Un caso capital es un caso legal en el que un acusado es acusado de cometer un delito capital y es potencialmente elegible para la pena capital. La pena capital, también conocida como pena de muerte, es un fallo en el que un delincuente condenado es condenado a muerte y, por lo general, se considera el juicio más severo que se puede dictar. Aunque los delitos capitales pueden variar entre países, e incluso diferentes estados o territorios dentro de un país, son delitos que cuando se cometen pueden resultar en que una persona reciba la pena capital.
En los Estados Unidos, la ley federal decreta ciertos delitos como delitos capitales y el enjuiciamiento de tales delitos suele constituir un caso capital. Estos pueden incluir asesinato premeditado o en primer grado, asesinato de funcionarios públicos del gobierno federal, como políticos y agentes federales, así como traición. Las leyes estatales individuales también pueden involucrar delitos capitales, y varios estados permiten la pena capital. Muchas de las leyes estatales sobre delitos capitales involucran actos similares a las leyes federales, como asesinato premeditado, asesinato mientras se comete otro delito, ciertos delitos contra menores y asesinato de un agente de la ley.
Un caso capital a menudo se considera uno de los casos más graves contra los que una persona puede defenderse, ya que el delito suele ser especialmente atroz y el veredicto puede ser terrible. Algunos abogados optan por especializarse en la defensa de estos casos, y esto puede deberse a una sensación de desacuerdo con el uso de la pena capital. La pena capital y los medios de ejecución han sido fuentes de debate entre los profesionales del derecho, los políticos y los ciudadanos durante décadas en todo el mundo. Muchos países que todavía utilizan la pena capital a veces son criticados por otras naciones para abolir la pena de muerte o al menos reducir su uso.
Los medios de ejecución de una persona condenada en un caso de pena capital pueden variar de un país a otro, e incluso de un estado a otro. Algunos lugares usan la inyección letal, en la que a una persona se le inyectan drogas que tienen una reacción fatal dentro del cuerpo humano. En otras regiones, el ahorcamiento y la decapitación todavía se utilizan como formas de pena capital, aunque la tendencia durante el último siglo ha sido una disminución en el uso de la ejecución como castigo penal. Aquellos que abogan por el uso de la pena capital insisten en que sirve como elemento disuasorio y reduce los costos de encarcelar a los presos a largo plazo. Otros que denuncian el uso de la ejecución en la condena en un caso de pena capital señalan pruebas que muestran poca disuasión en las regiones que emplean la pena capital, así como la posibilidad de muerte por negligencia de alguien que fue condenado por error.