¿Qué es el testimonio del gran jurado?

En el sistema de justicia estadounidense, los fiscales que acusan a una persona de un delito grave deben convencer a lo que se conoce como un gran jurado de que tienen suficiente causa probable para justificar una acusación y un juicio penal. Esto generalmente se logra mediante la presentación de pruebas y testimonios ante un gran jurado. El testimonio del gran jurado no se da bajo juramento, y los testigos que lo proporcionan no están sujetos a perjurio, a menos que mientan bajo juramento posteriormente en un juicio penal.

Las audiencias del gran jurado están destinadas a ser parte de un sistema de controles y contrapesos que aseguren un trato justo al acusado. La membresía del jurado se toma del mismo grupo de personas que forman parte de un jurado pequeño, que se usa más adelante si se considera necesario un juicio penal. Los grandes jurados no están sujetos al proceso de selección del jurado y no se ofrece testimonio ante un juez, aunque generalmente hay uno disponible para garantizar que se mantengan los procedimientos adecuados. Un juez en una audiencia de gran jurado no está involucrado en la decisión de acusar o no.

Históricamente, los grandes jurados eran una característica de los sistemas de derecho consuetudinario en muchos países, sin embargo, Estados Unidos es prácticamente el único país donde todavía están empleados. Países como Australia y los del Reino Unido han adoptado un sistema de procedimiento de internamiento, en el que las audiencias preliminares sustituyen a los grandes jurados. Las audiencias preliminares difieren en que un juez, y no un jurado, decide si se justifica un juicio penal. En los EE. UU., Además de los delitos federales, aproximadamente la mitad de los 50 estados requieren el testimonio de un gran jurado por violaciones penales de la ley estatal.

Por lo general, un acusado no está presente en una audiencia con un gran jurado y la defensa no ofrece argumentos en contra. El testimonio del gran jurado se proporciona únicamente para promover el enjuiciamiento. Además, la defensa no tiene ningún recurso para dirigirse a los testigos de cargo que mienten o presenten pruebas ilegales hasta el juicio. De esta manera, el proceso del gran jurado ha sido objeto de críticas, ya que el jurado solo está al tanto de un lado de la historia.

Los testigos llamados a ofrecer testimonio pueden estar sujetos a una citación, lo que significa que pueden ser declarados en desacato al tribunal si no comparecen y testifican. A menudo, a un testigo que tiene pruebas contundentes se le ofrece inmunidad legal a cambio de su cooperación. La inmunidad es una herramienta valiosa para los fiscales, ya que les permite persuadir a los testigos, que también pueden estar sujetos a cargos penales, para que testifiquen contra otros.