¿Qué significa Ad Quem?

Ad quem es una frase en latín que literalmente significa «en» o «a cuál». Connota un fin firme y específico hacia el cual algo se está moviendo, a menudo en un período de tiempo calculable. A menudo se usa junto con otras palabras para crear una frase más definida. A veces se confunde con el término latino «a quo», que significa «del cual».

A quo y ad quem se utilizan con mayor frecuencia para definir un período de tiempo. “A quo” a veces significa el comienzo de este período, mientras que “as quem” significa el final. Al calcular el tiempo, el primero no se cuenta, pero el último sí. Por ejemplo, si el día a quo es el 12 de febrero y el día ad quem es el 20 de febrero, el período completo consta de ocho días porque no se cuenta el primer día pero sí el último.

Estos términos también pueden usarse para diferenciar entre la última fecha en la que algo debe ocurrir y la última fecha en la que algo debe ocurrir. En este caso, los términos se usan a menudo junto con la palabra «término», que literalmente significa «mojón», pero generalmente se usa para indicar el final de un camino, viaje o proceso. Por ejemplo, si la última fecha aceptable posible para la finalización de una acción es el 20 de febrero, ese es el término ad quem. Si la tarea debe completarse antes de esa fecha, funcionalmente antes de la medianoche del 19 de febrero, el 20 de febrero es el terminus a quo.

En terminología legal, estas frases se utilizan para definir los períodos de tiempo durante los cuales se debe completar una acción o proceso. Esto puede referirse al pago de dinero en el caso de fianza, honorarios, multas y manutención del cónyuge o de los hijos. Puede referirse al momento en que la evidencia, la propiedad o la custodia de un niño también deben transferirse o entregarse. También puede definir un período de tiempo después de la muerte de una persona durante el cual un beneficiario debe permanecer vivo o realizar alguna otra acción para heredar.

Otro uso común del término es en la frase «ad quem ibimus», que significa «¿A quién iremos?». Esta frase se usa a menudo en diplomas y sellos oficiales de organizaciones religiosas. Particularmente cuando se usa en un entorno cristiano, como el lema elegido por un obispo o sacerdote, esta frase hace referencia a un versículo bíblico que, en latín, dice «Domine, ad quem ibimus?» Esto se traduce como «Señor, ¿a quién iremos?»