Una nota de rescate es una nota o carta breve que exige el pago de la devolución de un rehén. El término rescate proviene de la palabra francesa rançon, que significa redención. El secuestrador envía la nota a la persona a quien se solicita el rescate o la deja en el lugar donde fue tomado el rehén. El rescate solicitado suele ser dinero, pero puede ser el cumplimiento de alguna otra demanda.
La escritura en una nota de rescate generalmente se disfraza de alguna manera, como mediante el uso de letras o palabras recortadas de periódicos o revistas. Esto es para que la escritura a mano del autor no se pueda vincular a la nota. La demanda especifica la cantidad de dinero que se pagará o las acciones que se tomarán para satisfacer el rescate. Por lo general, se impone un límite de tiempo para responder a la nota, o puede indicar que el secuestrador se comunicará más con las instrucciones sobre qué hacer. A veces, la nota puede contener las instrucciones específicas que deben seguirse.
Las advertencias contra el contacto con las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley u otras personas generalmente se incluyen en una nota de rescate. La nota amenaza con dañar o incluso la muerte al rehén si no se siguen sus instrucciones. Por lo general, existe un lugar y un método en particular para entregar el rescate. También puede especificar las denominaciones del dinero del rescate y cómo se transportará u ocultará. La nota también puede indicar dónde se puede encontrar al rehén si se paga el rescate.
El secuestro para pedir rescate es un problema mundial. En general, solo las personas muy ricas son objeto de secuestro para obtener un plan de rescate. Las compañías de seguros brindan seguros contra secuestro para clientes personales y corporativos y brindan asesoramiento sobre cómo responder a una nota de rescate. Según se informa, el mayor porcentaje de secuestros con fines de rescate se produce en países de América Latina. Estos son llevados a cabo por grupos delictivos altamente organizados.
Los secuestros «políticos» también están aumentando en todo el mundo. El rescate en estos casos se utiliza para promover los objetivos de un grupo político o para financiar una insurgencia. En algunos países más pobres, la demanda de rescate puede ser la construcción de una carretera o una escuela a cambio de la liberación de los rehenes.
La piratería también se ha convertido en un gran problema internacional en el secuestro para obtener un rescate. Los perpetradores son organizaciones criminales que atacan tanto a barcos privados como comerciales. En algunos casos, toda la tripulación, así como la carga del barco, se retiene a cambio de un rescate. El 6 de noviembre de 2010, piratas somalíes secuestraron un petrolero coreano que navegaba bajo bandera liberiana, exigiendo un rescate por el petróleo y por toda la tripulación. A los Piratas se les pagó casi nueve millones y medio de dólares estadounidenses (USD), que en ese momento se creía que era uno de los mayores rescates en la historia de la piratería somalí.