En el estudio de impacto, se realiza una investigación sobre un tema determinado para determinar si una determinada acción tendría, o está, teniendo algún tipo de efecto en su entorno u otros problemas relacionados. El tipo más común de este estudio al que se hace referencia puede ser un estudio de impacto ambiental, pero también hay muchos otros tipos. Estos estudios extraen datos de muchas fuentes diferentes y, a menudo, analizan muchos aspectos diferentes del problema.
En un estudio de impacto ambiental, por ejemplo, se puede realizar una investigación exhaustiva antes de construir una carretera en un área determinada. Uno de los pasos puede incluir determinar cómo se puede ver afectada la escorrentía de agua y si hay arroyos vulnerables alrededor. Otro aspecto podría ser un estudio de especies animales y vegetales de la zona. Cualquiera que se encuentre en peligro podría afectar el proyecto. Si bien esto puede parecer una tarea pequeña, a menudo esto no solo incluye a los mamíferos y las aves, sino también a los insectos.
Un estudio de impacto podría determinar si un proyecto se completa o no. Ha habido casos en los que las cosas más inverosímiles han retrasado desarrollos importantes. Por ejemplo, proyectos de carreteras enteros se han suspendido debido a ciertas especies de mariposas en peligro de extinción en un área. Esto demuestra cuán exhaustivos pueden ser algunos de estos estudios.
Otro tipo de estudio de impacto también se puede utilizar para juzgar un plan de estudios o un programa educativo. Por ejemplo, se analizó el impacto del programa preescolar Head Start en los Estados Unidos para determinar si a los estudiantes de Head Start les va mejor que a los estudiantes en circunstancias similares que no tienen acceso al mismo programa. Los resultados pueden ser utilizados por el Congreso o el Departamento de Educación para determinar cuántos fondos merecen dichos programas en el futuro.
En algunos casos, un proyecto puede continuar a pesar de lo que encuentre un estudio de impacto. En los casos en que el impacto negativo se pueda mitigar con implicaciones positivas, puede haber una ganancia neta para el área. En otros casos, el estudio puede indicar formas de minimizar los efectos negativos.
Aunque a menudo no forma parte de un estudio de impacto, se puede desarrollar un plan de acción basado en sus hallazgos. Este plan buscará aclarar cualquier problema encontrado por el estudio. Si se propone, se puede realizar un segundo estudio basado en el nuevo plan de acción para determinar si la situación mejoraría. Sin embargo, en muchos casos, puede que no sea necesario un segundo estudio.