¿Qué son las lámparas fluorescentes?

Las lámparas fluorescentes producen luz utilizando electricidad para excitar el vapor de mercurio, que produce luz ultravioleta. La luz ultravioleta, a su vez, hace que el revestimiento fosforescente de las lámparas fluorescentes se ponga fluorescente o brille con luz visible. Las lámparas fluorescentes son más voluminosas, más complejas y más caras que las bombillas incandescentes tradicionales, pero son mucho más eficientes energéticamente y duran más, lo que ahorra dinero a largo plazo. Las lámparas fluorescentes utilizan un balasto para controlar la cantidad de electricidad que fluye a través de la lámpara, ya que solo necesitan una pequeña cantidad para funcionar y se autodestruirían bajo un flujo incontrolado.

El inventor estadounidense Peter Cooper Hewitt patentó la primera lámpara de vapor de mercurio en 1901. Las primeras lámparas fluorescentes comerciales fueron fabricadas por General Electric y aparecieron en el mercado en 1938. Se exhibieron un año después en la Exposición Golden Gate y la Feria Mundial de Nueva York. General Electric también recibió la patente de la invención en 1939, aunque Sylvania la impugnó durante los años siguientes. Las lámparas fluorescentes ganaron popularidad durante la Segunda Guerra Mundial, y en 1951, las lámparas fluorescentes producían más iluminación que las bombillas incandescentes en los Estados Unidos.

Hasta hace relativamente poco tiempo, las lámparas fluorescentes se usaban solo en edificios institucionales y comerciales grandes. La lámpara fluorescente compacta (CFL), adecuada para uso doméstico, se inventó en la década de 1970 y no estuvo disponible comercialmente hasta principios de la década de 1980. Sin embargo, cuando apareció por primera vez en el mercado, la CFL era muy cara, el equivalente a 30 dólares estadounidenses en la actualidad. El diseño en espiral de la mayoría de las lámparas fluorescentes compactas disponibles en la actualidad fue inventado por Edward Hammer de General Electric en 1976, pero no llegó a los consumidores hasta 1995.

El uso doméstico de lámparas fluorescentes sigue siendo bajo en la mayoría de los países, pero la idea está ganando popularidad con el aumento de la conciencia sobre la conservación de energía. Las bombillas incandescentes son ahora muy raras en el este y sudeste de Asia, y Australia y Canadá han promulgado planes para eliminar gradualmente las lámparas incandescentes en unos pocos años. Las lámparas fluorescentes pueden durar de 10 a 20 veces más que las incandescentes, y los modelos actuales producen un brillo casi indistinguible del de una bombilla tradicional.