El síntoma más común de la apendicitis, que es la inflamación del apéndice, es el dolor en la parte inferior derecha del abdomen, entre el hueso naval y pélvico. Es importante tener en cuenta este síntoma, ya que esta afección puede provocar una infección muy grave si no se trata. Otros síntomas generalmente acompañan a la inflamación, y conocer estos síntomas puede ayudar a una persona a determinar cuándo debe comunicarse con un profesional médico.
No todas las apendicitis darán lugar a complicaciones potencialmente mortales. Pero un paciente no puede saber si se resolverá sin tratamiento médico. Es mejor pecar de cauteloso consultando a un proveedor de atención médica si alguien sospecha de apendicitis, ya que un profesional puede determinar mejor qué tratamiento se debe realizar.
Aparte del dolor en el cuadrante inferior derecho del estómago, que empeorará gradualmente, las personas con apendicitis suelen tener fiebre. Los intestinos también pueden verse afectados, pero a menudo de diferentes formas. Algunos tienen sensaciones intensas de náuseas y vómitos, mientras que otros pueden tener estreñimiento o diarrea. Algunos pueden tener vómitos y diarrea. La mayoría de las personas con esta afección no sentirán hambre.
En realidad, el estómago puede mostrar signos de hinchazón visible. Suele ser una acumulación de gas, aunque puede indicar un apéndice inflamado. La mayoría de los afectados con apendicitis encuentran que tienen dificultad para expulsar gases, lo que provoca la distensión del abdomen.
Un examen de alguien con apendicitis generalmente revelará más síntomas. Por ejemplo, ejercer presión sobre el apéndice generalmente resulta en un dolor extremo. Los niños, sin embargo, pueden sentir dolor en todo el abdomen. En los niños pequeños, puede ser particularmente difícil lograr un diagnóstico porque es posible que el niño más pequeño no pueda articular claramente dónde se siente más el dolor.
Por lo general, una ecografía del abdomen confirma la apendicitis, porque el apéndice es de tamaño notablemente grande. La preocupación con tal hinchazón es que puede resultar en un apéndice reventado, que puede derramar bacterias en el resto de la cavidad abdominal, causando una peritonitis muy grave que puede resultar en la muerte sin tratamiento.
Sin embargo, no toda inflamación resultará en un apéndice reventado. Algunos profesionales médicos ahora administran antibióticos cuando la apendicitis parece leve para ver si la cura puede verse afectada sin la extirpación del apéndice. Sin embargo, cuando parece grave, se extrae el apéndice para prevenir la peritonitis.
Aquellos que experimenten varios de los síntomas anteriores deben comunicarse con un profesional de la salud de inmediato. Solo un profesional médico puede confirmar la apendicitis y el grado en que puede ser peligrosa para una persona. Un apéndice reventado es una afección mucho más difícil de tratar que la inflamación en sus primeras etapas.