Una pelvis torcida se produce cuando el hueso de la cadera se desplaza de su posición normal, generalmente debido a una lesión. La pelvis, o hueso de la cadera, ayuda al cuerpo a mantener la postura y el movimiento, y ciertas condiciones pueden afectar estas funciones. Los músculos tensos pueden mantener la pelvis en su estado anormal durante un período de tiempo prolongado, lo que puede causar síntomas como dolor de espalda y rigidez. Los tratamientos van desde medicamentos antiinflamatorios hasta realineamientos manuales.
Como punto de encuentro entre la parte superior del cuerpo y la parte inferior del cuerpo, la pelvis juega un papel crucial en el movimiento y el equilibrio del cuerpo. El hueso de la cadera proporciona soporte al sistema de soporte más importante del cuerpo: la columna vertebral. Además, satisface las rigurosas demandas tanto de la parte superior del cuerpo como de las piernas, lo que permite que las dos partes del cuerpo trabajen en conjunto. Cuando funciona correctamente, la pelvis puede torcerse, doblarse y permitir a los humanos una mejor interacción con el mundo que los rodea.
Una pelvis torcida no tiene por qué ser una lesión extrema. Incluso una alineación pélvica ligeramente torcida puede entrar en la clasificación, e incluso una ligera desalineación puede causar una incomodidad pélvica significativa. Estos problemas suelen deberse a una lesión pélvica.
El daño a los músculos pélvicos es la causa más frecuente de este problema. Los músculos lesionados generalmente se tensan y se mueven para proteger las estructuras circundantes. Si un músculo de la pelvis o cerca de ella, como el sacro, muestra este comportamiento, la tensión tirará de los ligamentos unidos a los huesos y articulaciones de la pelvis. Como resultado, estructuras como la articulación sacroilíaca se colocarán en una posición anormal.
Una vez que se produce este endurecimiento, es probable que permanezca hasta que la lesión muscular se haya curado, por lo que la pelvis permanece en su posición anormal. Una disparidad en la altura de los huesos de la cadera cuando una persona está acostada podría indicar un posible desplazamiento de la pelvis de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Las personas también pueden experimentar una desalineación de adelante hacia atrás o de atrás hacia adelante.
Muchas afecciones pueden producir espasmos musculares que provocan una torcedura de la pelvis. Un disco abultado en el área espinal es una fuente común, ya que los músculos se tensarán para proteger las estructuras espinales más delicadas. Las personas activas a menudo experimentan tensión en los músculos de la pantorrilla, lo que a su vez puede crear tensión alrededor de la pelvis. Incluso los procedimientos médicos como un reemplazo de cadera pueden provocar complicaciones pélvicas.
Dado que la pelvis es una de las áreas del cuerpo más estresadas debido a su movimiento frecuente y soporte de peso, el dolor y la rigidez asociados con el movimiento es quizás el indicador más revelador del problema. El dolor de espalda, en particular, es un indicador frecuente de la afección. Además de sus funciones de movimiento y apoyo, la pelvis también alberga los principales nervios, vasos sanguíneos y partes de los sistemas reproductivo y digestivo. Por lo tanto, los síntomas individuales a menudo son diversos y pueden incluir entumecimiento y hormigueo, trastornos intestinales o urinarios y problemas reproductivos ocasionales.
El tratamiento para una pelvis torcida probablemente consistirá en abordar las lesiones musculares subyacentes. Las compresas calientes o los medicamentos antiinflamatorios pueden resultar útiles en algunos casos, y después de que los músculos se hayan relajado, la presión sobre la pelvis disminuirá y la estructura ósea puede volver a su posición normal. Algunos médicos también pueden intentar realinear manualmente la pelvis. Sin embargo, este enfoque solo debe ser realizado por un profesional capacitado, ya que los intentos de aficionados pueden empeorar la lesión.