El cuidado de las alfombras de seda puede ser un trabajo más difícil y requiere más tiempo que las alfombras hechas de fibra sintética o lana porque la seda, en sí misma, es una proteína que se asemeja al cabello humano y se daña más fácilmente que otras fibras de la alfombra. Dado que casi todas las alfombras de seda son alfombras hechas a mano, también necesitan una limpieza manual individual para preservar su calidad. Prevenir el daño inicial a la alfombra es el primer paso para su cuidado adecuado.
Las alfombras de seda deben colocarse en áreas de poco tráfico y fuera de la luz solar directa, que, con el tiempo, puede desteñir los tintes de la alfombra. Si una alfombra se encuentra en un área que recibe un tráfico peatonal significativo, debe rotarse 180 grados periódicamente para mantener niveles uniformes de desgaste en su superficie. La luz ultravioleta en la luz del sol también es una razón común para que los colores se desvanezcan, sin embargo, la mayoría de las ventanas modernas filtran este tipo de luz de forma natural, y los cristales de ventanas más antiguos se pueden recubrir con una película de filtrado de luz disponible en las ferreterías.
Antes de lidiar con una mancha, derrame u orina de animal, es importante determinar si la alfombra es de seda pura o una combinación de seda y lana. Una alfombra combinada de seda y lana mostrará más durabilidad y resistencia a las manchas, y el agua formará gotas sobre una alfombra con contenido de lana, ya que es resistente al agua. Una prueba definitiva es quitar una pequeña sección de hilo suelto de la parte posterior de la alfombra y quemarla. La seda tendrá un olor característico parecido a un cabello cuando se quema y se forma una bola de ceniza, mientras que otras fibras pueden oler a papel o plástico y derretirse al quemarse.
El primer paso para eliminar las manchas debe ser determinar el grado de solidez del color de los tintes en la alfombra aplicando una pequeña cantidad de detergente a base de agua en un área de la alfombra y luego enjuagando para ver si algún color se destiñe con el detergente. Si la alfombra se aclara, se debe secar la mancha con un paño limpio empapado en agua con gas o una mezcla 50/50 de vinagre y agua. Luego, la alfombra debe enjuagarse bien con agua para eliminar todos los restos químicos y secarse al aire colgándola.
La limpieza de la suciedad común de las alfombras de seda nunca debe realizarse mediante limpieza en seco o con vapor, ya que ambos procesos dejarán residuos arenosos en la alfombra y harán que los colores se desvanezcan. Se recomienda pasar la aspiradora con un accesorio manual que no sea de cepillo y no giratorio, o agitar suavemente la alfombra en el aire para quitar la suciedad de la superficie. Cualquier limpieza abrasiva de la superficie dañará las fibras de seda.
Las alfombras de seda antiguas, especialmente las alfombras persas como las alfombras de seda indias y las costosas alfombras de seda chinas, a menudo tienen tintes a base de vegetales utilizados como agentes colorantes, y estos tienden a ser delicados. El daño de las polillas también puede estar presente en las alfombras de seda antiguas, ya que cualquier parte en la oscuridad, como las partes debajo de los muebles, atraerá a las polillas. El mejor preventivo contra las polillas para la protección a largo plazo de las alfombras de seda es el uso de fluorosilicato de zinc, comúnmente vendido como agente a prueba de polillas.
El mejor método para limpiar y cuidar una alfombra de seda es tratar de evitar su desgaste en primer lugar, mantenerla alejada de la luz solar directa y limpiar suavemente los derrames de inmediato. Antes de recurrir a cualquier tratamiento químico de un derrame, enjuague bien el área de la alfombra con agua. Las alfombras que parecen muy resistentes a las manchas o daños pueden de hecho ser alfombras de seda falsas hechas de algodón mercerizado. Se pueden realizar pruebas químicas profesionales para determinar definitivamente la naturaleza de una alfombra y qué cuidados son necesarios para preservar su valor y belleza.