Un consultor de inteligencia empresarial ayuda a las empresas a adoptar y aprender nuevas estrategias para organizar los datos informáticos. Él o ella configuran un nuevo software y mejoran los sistemas existentes para facilitar la administración de la información. Los consultores combinan su conocimiento de la tecnología y la gestión empresarial para mejorar la eficiencia, aumentar las ganancias y reducir los costos operativos. La mayoría de los profesionales trabajan para empresas de consultoría privadas, pero algunos expertos son contratistas independientes que trabajan por cuenta propia.
Para competir en el mundo empresarial moderno, las empresas deben utilizar sistemas de tecnología de la información actualizados y eficientes. Un consultor de inteligencia empresarial puede ayudar a los propietarios de las empresas a identificar las deficiencias de sus sistemas actuales y sugerir formas de mejorarlas. Cuando se reúne por primera vez con un nuevo cliente, un consultor generalmente pasa tiempo trabajando en los programas de software existentes y señalando problemas. Él o ella explica cómo las brechas de información, las computadoras rezagadas y la tecnología obsoleta están afectando al negocio en un nivel fundamental. Una vez que se han identificado todos los problemas, el consultor puede configurar una demostración para mostrar al cliente cómo el nuevo hardware y software hace que los datos sean más fáciles de administrar.
Al implementar un nuevo sistema, un consultor de inteligencia empresarial puede ayudar a mejorar la capacidad de una empresa para tomar decisiones inteligentes. Él o ella pueden mejorar áreas tales como la accesibilidad de registros de ventas, perfiles de empleados, programas de contabilidad e información del cliente. Además, el consultor establece programas que facilitan la comprensión de cifras pasadas y actuales y predicen éxitos futuros.
Un consultor también puede pasar tiempo en una empresa después de que se hayan configurado los sistemas para proporcionar capacitación a los empleados. Él o ella pueden proporcionar consejos útiles sobre cómo acceder rápidamente a datos importantes y utilizar programas para producir gráficos, cuadros y documentos significativos. Muchos consultores vuelven a visitar a los clientes periódicamente durante meses o años para asegurarse de que estén satisfechos con sus nuevos sistemas de inteligencia empresarial.
No hay requisitos estrictos para convertirse en este tipo de consultor, pero la mayoría de las empresas prefieren contratar a personas que posean títulos universitarios en una especialidad relacionada. Un título en informática, tecnología de la información o administración de empresas puede ser muy útil para encontrar un trabajo como consultor de nivel de entrada. Además, la mayoría de los empleadores valoran mucho la experiencia laboral previa en un entorno empresarial.
Un consultor experimentado en inteligencia de negocios generalmente tiene muchas oportunidades para avanzar. Algunos trabajadores se convierten en supervisores o consultores principales dentro de sus empresas donde realizan más tareas administrativas y menos proyectos prácticos. Los supervisores programan citas, se reúnen con clientes potenciales y explican los beneficios de traer consultores. Un trabajador que tiene varios años de experiencia profesional puede incluso comenzar su propio negocio.