El perfil forense es un proceso que se utiliza para asimilar datos sobre la escena del crimen, la víctima y el delincuente con el objetivo de ayudar a los investigadores a encontrar al delincuente y procesar el caso con éxito. Una serie de disciplinas están involucradas en la elaboración de perfiles forenses, y generalmente un equipo calificado trabaja en conjunto para generar un perfil, aunque una persona puede actuar como la cabeza del equipo. Al igual que otros aspectos de la medicina forense, la elaboración de perfiles forenses avanza constantemente con nuevas investigaciones, herramientas e información.
Las personas pueden pensar en el perfil psicológico cuando escuchan el término «perfil forense», y el perfil psicológico es definitivamente una parte del perfil forense. El proceso también puede incluir química forense, análisis de escritura a mano, huellas dactilares de ADN y una variedad de otras técnicas, todas las cuales están diseñadas para generar una imagen más completa. Con esta imagen en la mano, los investigadores pueden centrar sus esfuerzos en las vías de búsqueda que tienen más probabilidades de producir resultados.
El perfil forense comienza con un examen de la escena del crimen y la evidencia. En lugar de solo mirar la información de la superficie, como la presencia de una pistola o una mancha de sangre, los analistas forenses piensan en cosas como la ubicación de la escena del crimen, el momento en que se cometió el crimen y el área circundante. Piensan por qué se seleccionó ese sitio en particular y qué tipo de persona podría ser atraída a esa área. La evidencia se examina de la misma manera, con la idea de aprender más sobre cómo ocurrió el crimen y por qué sucedió de la manera en que sucedió; si el arma estaba registrada o no, por ejemplo, podría proporcionar información sobre el crimen más allá del vínculo obvio con el propietario del arma o el historial de ventas.
En el laboratorio, los perfiladores forenses utilizan una serie de herramientas para examinar la evidencia. También pueden confiar en materiales que no son necesariamente admisibles en la corte, pero que aún son útiles, que van desde los resultados de entrevistas con personas que conocieron a la víctima hasta investigaciones independientes en el área donde ocurrió el delito. Cada miembro del equipo de análisis forense trabaja con los demás para armar piezas del rompecabezas que brindan información sobre el crimen.
Los investigadores utilizan perfiles forenses para ayudarlos a reducir posibles sospechosos, o para apoyar un caso contra un sospechoso en particular. Si la naturaleza de un delito sugiere, por ejemplo, que alguien con hábitos culturales particulares cometió el delito, los investigadores pueden buscar personas que coincidan con ese perfil cultural, en lugar de lanzar una gran red sobre el área y encontrar un gran número de posibles sospechosos. . A veces, el perfil forense puede ser extremadamente preciso, especialmente cuando un delincuente deja numerosas pistas psicológicas sobre su comportamiento en la escena del crimen.