Un tratamiento facial con vapor es un tratamiento para el cuidado de la piel que utiliza vapores atrapados del agua caliente para limpiar la piel. También se implementa típicamente como un medio para agregar humedad a la cara y para aflojar sustancias en los poros de la piel. Los tratamientos faciales con vapor se pueden realizar en casa sobre un fregadero o en spas con máquinas de vapor especializadas.
Un tratamiento facial de vapor en el hogar generalmente solo requiere dos equipos principales: un fregadero o un tazón grande y una toalla. Una persona llena el fregadero o tazón con agua caliente, luego se inclina y coloca su cara cerca del agua sin tocarla. Luego, él o ella puede colocar una toalla sobre su cabeza para atrapar el vapor del agua caliente para que solo penetre en la cara. La cantidad de tiempo que toma el tratamiento puede variar dependiendo del individuo y su nivel de comodidad con la temperatura del vapor, pero generalmente es de alrededor de 15 minutos.
Una máquina de vapor también se puede usar para dar tratamientos faciales de vapor, y se usa con mayor frecuencia en los spas, aunque una persona puede comprar una máquina de vapor para uso doméstico. El dispositivo electrónico consiste en una cámara de agua inferior conectada a una abertura que tiene un diámetro lo suficientemente ancho como para adaptarse a la cara. Esta puede ser una opción más cómoda que la versión en el hogar, ya que la cara de una persona no está tan cerca de la fuente de agua caliente.
Antes de realizar un tratamiento facial con vapor, alguien generalmente tendrá que limpiarse la cara para eliminar el exceso de grasa, suciedad o maquillaje y evitar la obstrucción de los poros durante el proceso de vaporización. Para que el tratamiento facial sea más relajante o agradable, se pueden agregar hierbas o aceites esenciales al suministro de agua antes del tratamiento. Luego, una persona puede colocar su rostro cerca de la fuente de vapor durante el tiempo que prefiera. Una vez que se completa el facial, la cara puede secarse y limpiarse con astringente para eliminar el sudor y enfriar la piel.
Aunque los tratamientos faciales con vapor se realizan principalmente por razones estéticas, también pueden tener un propósito medicinal. El vapor puede ser útil para calmar los síntomas del resfriado o la gripe, como dolor de garganta, congestión nasal u otros síntomas respiratorios. Si una persona tiene problemas respiratorios más graves como el asma, generalmente se le recomienda consultar con un médico antes de usar un tratamiento facial con vapor que contenga hierbas o aceites esenciales para asegurarse de que no causen irritación u otras complicaciones respiratorias.