Una honda para la barbilla es un material plástico delgado implantado debajo de la piel de la mandíbula y enrollado sobre las orejas durante un procedimiento de rejuvenecimiento facial. El implante está diseñado para reducir la apariencia de una línea de mandíbula caída. Si la línea de la mandíbula pierde su apariencia apretada en los años posteriores a la implantación del cabestrillo, se puede apretar el dispositivo para restaurar los resultados originales. Una honda para la barbilla también puede referirse al material de soporte envuelto alrededor de la mandíbula durante la recuperación después de una genioplastia o una cirugía de remodelación de la barbilla.
Una eslinga de mentón implantada comprime el tejido graso que se acumula debajo de la mandíbula a medida que una persona envejece. La piel también pierde su elasticidad y las fibras musculares de la cara se vuelven laxas a medida que continúa el proceso de envejecimiento. La implantación quirúrgica de un cabestrillo puede ayudar a restaurar la apariencia de una línea juvenil de la mandíbula.
Antes del procedimiento para implantar la eslinga de mentón, se le administrarán anestesia al paciente para eliminar cualquier molestia que pueda ocurrir durante la operación de rejuvenecimiento facial. Los anestésicos se administran mediante la colocación de una línea intravenosa (IV) en una vena adecuada. Primero, se administrará un medicamento que calma y seda al paciente, y luego los medicamentos analgésicos se agregarán a la línea IV hasta que se complete el procedimiento.
Durante la operación, el cirujano plástico hará una pequeña incisión en el interior de la boca o debajo de la línea de la mandíbula. La honda de la barbilla se inserta debajo de la piel y se maniobra en posición y se asegura en su lugar. Finalmente, la incisión se sutura cerrada con puntos de prolene absorbibles.
Después de implantar la eslinga, se deben seguir instrucciones postoperatorias específicas para promover el proceso de curación. La mayoría de los cirujanos plásticos recomendarán una dieta de alimentos blandos durante dos o tres días después del procedimiento. Se le puede recomendar a un paciente que use una eslinga externa durante dos o tres días después de la operación. El soporte proporcionado por la barbilla puede ayudar a reducir la hinchazón facial después de la operación del implante.
Muchos pacientes experimentan molestias y dolor por un corto tiempo después de que se implanta la honda. Los analgésicos recetados pueden administrarse hasta diez días después de la operación. Si una persona aún experimenta dolor después de este tiempo, se pueden recomendar analgésicos de venta libre y compresas de hielo hasta que el dolor haya desaparecido.
Después de la implantación de la eslinga, generalmente se programará una cita con el cirujano plástico para evaluar el proceso de curación y el efecto cosmético que el implante ha tenido en la apariencia del paciente. Si el paciente no está satisfecho con los resultados, el cirujano plástico puede decidir apretar las correas de la honda del mentón. El ajuste se realiza durante un procedimiento mínimamente invasivo.