La crema de propóleos es una mezcla de propóleos naturales con otras sustancias como cera de abejas, miel, aceite de oliva y aloe vera. El ingrediente principal del propóleos es una sustancia natural similar a la resina recolectada por las abejas de árboles y plantas en su área. Los otros ingredientes utilizados dependen de la compañía que hace la crema de propóleos. Se promociona como una crema curativa efectiva ideal para el tratamiento del acné, psoriasis, erupciones cutáneas y piel seca. También contiene componentes preventivos que ralentizan el proceso de envejecimiento en las células.
La crema de propóleo de abeja es beneficiosa para la piel debido a las propiedades antibacterianas y antivirales del propóleos. También tiene propiedades antifúngicas que ayudan en la inhibición de infecciones. Los elementos químicos en el propóleos naturales recogidos de las colmenas de abejas varían según la ubicación de las colmenas, pero en general, un análisis revelará aproximadamente 55% de compuestos resinosos y bálsamo, 30% de cera de abejas, 10% de aceites etéreos y aromáticos y aproximadamente 5% de polen de abeja. El propóleos es rico en complejos de vitamina B, C, E y provitamina A, así como minerales como el manganeso, hierro, cobre y zinc. Es rico en aminoácidos, lo cual es importante para la función del sistema inmune, grasas y emolientes que suavizan la piel.
También disponible en forma de polvo, cápsulas y tintura, el propóleos se usa para diversas afecciones, como la curación del herpes labial, el herpes genital y la reducción del dolor y la inflamación después de la cirugía bucal. Las cremas están desarrolladas para diversos usos, como antienvejecimiento, hidratación, tratamiento y prevención del acné y para calmar las erupciones cutáneas y la psoriasis. Una crema antienvejecimiento puede incluir ingredientes como el aloe vera, y un tratamiento para el acné puede contener miel que también tiene propiedades antimicrobianas. También se ha encontrado que la crema de propóleos es efectiva para curar cicatrices.
El propóleos se ha propuesto como un curador de otras afecciones, como tuberculosis, infecciones, cáncer de nariz y garganta, úlceras y trastornos estomacales, pero no hay evidencia clínica suficiente para respaldar estas afirmaciones según la comunidad médica. Una de las razones de la falta de evidencia puede deberse a las diferencias en la composición del propóleo en diferentes regiones. El propóleo producido por las abejas en el norte de Europa está compuesto de resina de álamo y coníferas, rica en flavonoides. En Chile, las abejas prefieren los arbustos de Baccharis que contienen viscidona y en las colmenas brasileñas, se ha encontrado un alto porcentaje de isoflavonoides, que han demostrado ser efectivos en la reducción de los riesgos de cánceres hormonalmente dependientes, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, una prueba de eficacia para una condición en un área no arrojará los mismos resultados que las pruebas en propóleos recogidos de un área diferente.