Un exfoliante corporal de sal es un producto de belleza hecho al combinar una sal de curso con aceite. Algunas de las sales más utilizadas en los exfoliantes corporales de sal son la sal marina y las sales de Epsom. Estas variedades de sal se purifican lo suficiente como para ser suaves con la piel; la sal de mesa normal nunca debe usarse, ya que es demasiado dura. Si la piel es demasiado sensible para las sales, se puede sustituir el azúcar para lograr un efecto similar. Los aceites de textura ligera como la jojoba, la almendra y la semilla de uva funcionan mejor para mezclarse con las sales.
Hay varios beneficios al usar un exfoliante corporal salado. Cuando el exfoliante se frota sobre la piel, elimina la capa superficial de las células muertas de la piel. Después de enjuagar, las células de la piel más nuevas y jóvenes quedan en la superficie, lo que le da a la piel una sensación suave y una apariencia juvenil. Además de los beneficios físicos externos, la sal ayuda a abrir los poros y extraer las toxinas. El acto de masajear el exfoliante corporal de sal en la piel aumenta la circulación, relaja los músculos y ayuda a aliviar la tensión.
Los exfoliantes corporales de sal se pueden usar en casa o pueden ser administrados por un terapeuta en un spa. Cuando aparece en los menús del spa, el tratamiento también se puede llamar brillo de sal o esmalte corporal. El tratamiento de exfoliación corporal con sal en un spa a veces se sigue con una ducha Vichy. Una ducha Vichy contiene de cinco a siete cabezales de ducha seguidos que se encienden sobre la mesa de tratamiento para enjuagar el exfoliante sin que el cliente tenga que moverse o levantarse de la mesa. El tratamiento generalmente se completa con un masaje de loción para sellar la humedad en la piel.
Si aplica un exfoliante corporal con sal como tratamiento en el hogar, la piel debe humedecerse antes de aplicar el exfoliante. El exfoliante corporal se debe frotar durante al menos 1 minuto para obtener una exfoliación completa. Se debe usar una presión suave para no irritar la piel. Los exfoliantes corporales de sal funcionan excepcionalmente bien en partes del cuerpo más duras, como codos, rodillas y pies, pero no deben usarse en áreas más delicadas, como la cara. El exfoliante se puede usar una vez por semana para mantener la piel suave y tersa.
Si bien se pueden comprar, los exfoliantes de sal caseros son baratos y fáciles de hacer. La sal y el aceite deben combinarse en una proporción de 3: 1. Una vez mezclada, la sal debe sentirse húmeda, pero no excesivamente aceitosa. Si es necesario, la cantidad de aceite o sal se puede ajustar para lograr la consistencia deseada. Se puede crear un exfoliante perfumado agregando unas gotas de aceites esenciales, como lavanda, menta o rosa. Los frascos de vidrio funcionan bien para almacenar exfoliantes, pero cualquier recipiente se puede usar siempre que tenga una tapa hermética.