Una base de clientes es un grupo de clientes que podrían ser atendidos por una empresa. Muchas personas definen este término como solo los consumidores que ya patrocinan un negocio, pero otros incluyen a cualquier consumidor con ciertas características de compra en esta categoría, incluso si ese cliente aún no se ha convencido de ingresar a la tienda o aprovechar un producto. Dentro del grupo más grande hay un subconjunto más pequeño de clientes compuesto por compradores leales, también llamados clientes habituales. Generalmente se considera una parte esencial de la estrategia comercial para convertir a cada cliente en clientes habituales, aunque no todas las empresas apuntan a expandir la base de clientes.
Hay muchas teorías sobre cómo construir una base de clientes. Estos van desde la publicidad hasta proporcionar un buen servicio al cliente y promociones especiales. Los clientes que son atraídos a la tienda por cualquier mecanismo son, por lo tanto, consumidores potenciales, por lo que pueden ser tratados como parte de la base de clientes. El desafío se vuelve convincente para que estos clientes regresen.
Los clientes habituales suelen ser la parte más importante de la base de clientes de la empresa, porque estos clientes están dispuestos a gastar dinero en la tienda de manera constante. Estos clientes también pueden anunciar las cualidades positivas de la tienda y difundir el nombre de la tienda de boca en boca. Es posible que algunos tipos de negocios no tengan clientes que compran con frecuencia en el establecimiento debido al tipo de producto vendido, como grandes compras como un televisor o una computadora. Estas empresas pueden beneficiarse de los clientes que repetirían la experiencia sin arrepentirse, aunque no volverán a comprar en ese establecimiento por algún tiempo, porque estos clientes a menudo contarán a otros consumidores potenciales su experiencia positiva.
No todas las bases de clientes son preexistentes, porque no todas las empresas están diseñadas para satisfacer una necesidad en la comunidad. Por ejemplo, una empresa puede ofrecer un servicio específico con cierto atractivo que crea un grupo de clientes que no existía antes, brindando a las personas un servicio que ni siquiera sabían que necesitaban.
Pensar en los clientes como un grupo unificado con ciertas características de compra puede no ser siempre la mejor manera de mantener contentos a los clientes. Es importante tener en cuenta al cliente, pero diseñar un negocio que solo satisfaga las necesidades y expectativas del cliente sin ningún estándar independiente del consumidor puede no resultar en el mejor negocio. El pensamiento empresarial innovador implica una percepción constantemente cambiante tanto de las necesidades del cliente como de los objetivos del negocio, y el conocimiento para adaptar el curso del negocio para cumplir con estos fines.
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