Un ciclo de gestión del rendimiento (PMC) es una técnica utilizada por los gerentes y ejecutivos de la compañía para alentar el crecimiento de los empleados y la satisfacción laboral. Dentro de un PMC, el empleador evalúa las habilidades y el desempeño laboral de un empleado. Por lo general, el empleador también establecerá objetivos para ayudar a que las carreras se desarrollen de manera consistente con los objetivos de la empresa para el empleado. Si un empleado no puede cumplir con las metas y expectativas descritas por la compañía, un ciclo de gestión del desempeño generalmente ofrece un sistema integrado para la mejora, que generalmente comienza con asesoramiento directo para las áreas problemáticas. Si bien la empresa puede establecer objetivos iniciales cuando se contrata a un empleado, el ciclo de gestión del desempeño generalmente no comenzará oficialmente hasta la primera revisión del desempeño, generalmente después del primer año de empleo, pero antes en algunos casos.
Si bien cada compañía generalmente desarrolla su propio plan para los ciclos de gestión del desempeño, el ciclo básico generalmente incluye tres fases: planificación y establecimiento de objetivos, informes de progreso y evaluación de revisión. Cuando llegue el momento de la primera revisión de desempeño, el empleador evaluará el trabajo del empleado como ejecutado durante el período de tiempo especificado. Después de proporcionar al empleado una evaluación exhaustiva de su desempeño laboral, el empleador generalmente le informará sobre los objetivos de la compañía para él durante el próximo período de revisión.
Dependiendo de las habilidades y el estado del empleado, esto puede incluir cualquier cosa, desde mejoras en las áreas problemáticas hasta la obtención de la promoción deseada. Algunos empleadores también pueden usar esta fase del ciclo de gestión del desempeño para establecer ultimátums: si los aspectos negativos del desempeño laboral de un empleado no mejoran, su trabajo o posición podría estar en peligro. Los gerentes también pueden ofrecer orientación, sugerencias o ideas sobre cómo el empleado puede cumplir sus objetivos durante el siguiente período de evaluación.
Una vez que se han establecido los objetivos, generalmente hay un informe de progreso programado en el que el empleador se comunicará con el empleado y discutirá el desarrollo de sus objetivos. Si el empleado está en camino de alcanzar los objetivos establecidos por la empresa, no se pueden tomar más medidas. Se pueden agregar objetivos adicionales si el empleado está adelantado a lo programado. Sin embargo, si existen motivos de preocupación con el desempeño del empleado, se puede ofrecer orientación adicional.
Al final del PMC, generalmente es hora de revisar el desempeño del empleado durante todo el período de evaluación. El empleado puede recibir un aumento que refleja el progreso realizado si el empleado cumple con sus objetivos. Si no se cumplieron las metas, el empleador puede optar por crear objetivos más manejables, continuar con los existentes o reevaluar su necesidad de los servicios del empleado.
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