¿Qué es un sarvangasana?

Una sarvangasana es una pose de yoga invertida y también se conoce como soporte de hombro, particularmente utilizada en hatha yoga para equilibrar el cuerpo después de realizar flexiones de espalda. La palabra sánscrita «sarvanga» significa «cuerpo entero», mientras que «asana» se refiere a una pose yóguica. Esta es una pose que puede beneficiar a todo el cuerpo, por lo que también se conoce como la reina o la madre de las posturas de yoga. Los beneficios de Sarvangasana incluyen el estiramiento y el fortalecimiento de diferentes partes del cuerpo, la estimulación de diferentes órganos y el alivio del estrés y el cansancio. Como pose avanzada, sarvangasana siempre debe practicarse bajo la supervisión de un practicante de yoga experimentado.

La posición inicial de sarvangasana es la postura del cadáver o savasana, en la cual el cuerpo está plano sobre el piso. Las palmas de las manos están planas en el suelo con los brazos rectos y cerca del cuerpo. Al exhalar, las piernas se levantan lentamente hasta que finalmente alcanzan la cabeza. Los dedos de los pies realmente tocan el piso detrás de la cabeza, mientras que las piernas se mantienen rectas y juntas. Durante otra exhalación, las piernas se enderezan de manera que apuntan directamente hacia el techo, 90 grados hacia el piso, mientras se levantan las nalgas.

Un practicante de yoga perfecciona la posición usando las manos para apoyar la espalda mientras endereza la longitud del cuerpo hasta que esté perpendicular al piso. Los codos permanecen en el suelo alineados con los hombros. El cuerpo debe estar totalmente soportado por los hombros, no por la espalda, ya que la parte superior de los brazos y los hombros empujan hacia el piso para mayor soporte. Mientras se equilibra e intenta mantener la posición el mayor tiempo posible, una persona respira normalmente por las fosas nasales. Para salir de sarvangasana, las piernas caen lentamente hacia el suelo y el cuerpo se relaja en una postura de cadáver o savasana acostado e inmóvil.

Los efectos de sarvangasana pueden beneficiar a la mente y al cuerpo entero. Además de estirar y aliviar la tensión en los hombros y el cuello, esta postura también fortalece los pulmones, la espalda baja, las piernas y las nalgas. La práctica de Sarvangasana rejuvenece mejorando la circulación sanguínea y de oxígeno en todo el cuerpo, especialmente en el corazón y el cerebro, lo que conduce a una mejor atención y concentración. Se dice que practicar regularmente sarvangasana contribuye a la salud general al mejorar la digestión, regular el sistema hormonal y nervioso, reducir la fatiga y aliviar el estrés. Esta postura también puede aliviar otras afecciones, como asma, anemia y sinusitis, y puede ayudar con la infertilidad, el dolor de espalda, las venas varicosas y la menopausia.