FASB 157 fue una publicación emitida por el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB) en 2006 para aclarar las prácticas contables para la valoración de activos en empresas que cotizan en bolsa en los Estados Unidos. Esta publicación fue diseñada para crear más precisión cuando se trata de declaraciones sobre la valoración de activos, proporcionando a los inversores una idea del verdadero valor razonable de los activos que figuran en las divulgaciones públicas. Un resultado inmediato de FASB 157 fueron las amortizaciones significativas en varias compañías importantes. Los cambios en las prácticas contables son dictados por el FASB en respuesta a las tendencias cambiantes en la comunidad contable y financiera.
Según el FASB 157, cuando una empresa valora los activos, debe dividirlos en tres categorías diferentes en función de la fiabilidad de sus estimaciones del valor razonable. Los activos de nivel uno se pueden valorar con la contabilidad de mercado y tienen las estimaciones de valor más precisas porque están vinculados a activos idénticos con precios en el mercado abierto. Los bonos, por ejemplo, son fáciles de valorar porque se conoce su valor justo de mercado.
Los activos de nivel dos son algo más difíciles de valorar y deben valorarse utilizando un modelo de precios. Esto se conoce como contabilidad de marca a modelo. No se venden activos equivalentes en el mercado abierto, lo que proporciona un punto de precio, pero se comercializan o venden activos lo suficientemente similares como para hacer posible la valoración, lo que permite a las empresas hacer una estimación razonable del valor. Finalmente, los activos de nivel tres, como los valores respaldados por hipotecas, no pueden valorarse con precisión y, en la mayoría de los casos, son de naturaleza muy ilíquida.
Las empresas con mucho valor en los activos de nivel tres se vieron obligadas a anotar su valor total después de FASB 157, lo que refleja la incertidumbre de su valoración de activos declarada. Dado que varias compañías habían invertido mucho en la década de 2000 en precisamente este tipo de activos, la fecha efectiva de FASB 157 marcó un cambio dramático en el valor de los activos declarados de muchas compañías. Esto podría usarse como evidencia para sugerir que se necesitaba la publicación, para proporcionar a los inversores una imagen más precisa del valor de las empresas que les interesaban.
Poco después de que FASB 157 entrara en vigencia en 2007, ocurrió una crisis financiera global, y gran parte de ella giraba en torno a los activos de nivel tres. Varios factores contribuyeron a esta crisis, y el endurecimiento de los estándares de contabilidad ciertamente no se puede culpar por la caída de valor en muchas empresas importantes; El cambio en las prácticas contables no causó un cambio material en el valor, sino que solo hizo más evidente el valor real de muchas empresas que cotizan en bolsa.