¿Qué es un comercio cruzado?

Un comercio cruzado es una estrategia de inversión en la que un solo corredor ejecuta una orden de compra y una orden de venta de la misma seguridad al mismo tiempo. Esto a menudo involucra a un vendedor y un comprador que son clientes del mismo corredor, aunque la estrategia de comercio cruzado puede involucrar a un inversionista que no es un cliente habitual del corredor. Dependiendo de las regulaciones que rigen la bolsa de valores donde se negocian los valores, este tipo de negociación puede no estar permitida. Incluso en entornos donde el comercio cruzado se considera una práctica aceptable, generalmente hay algunas limitaciones en su uso.

Uno de los problemas que muchos expertos financieros tienen con el comercio cruzado es que el corredor puede optar por no realizar las transacciones en el intercambio. En cambio, el corredor puede usar la orden de compra para compensar la orden de venta, creando efectivamente un intercambio entre los dos clientes. Esto abre la puerta para que una o ambas partes no reciban el mejor precio por ninguna parte de la transacción dual, un hecho que hace que muchos inversores y casas de bolsa se abstengan de participar en este tipo de actividad.

Debido a las posibles dificultades de este tipo de transacción, muchas agencias reguladoras han establecido reglas que se aplican a cuándo y cómo se puede utilizar el comercio cruzado. En los Estados Unidos, un corredor debe estar preparado para presentar pruebas a la Comisión de Bolsa y Valores sobre por qué se llevó a cabo este tipo de transacción y qué beneficio recibieron ambas partes del acuerdo. A menos que ambos inversores reciban algún beneficio de la transacción, existe una buena posibilidad de que la actividad no cumpla con las regulaciones establecidas por la SEC.

Una práctica similar al comercio cruzado se conoce como órdenes coincidentes. Esta es una situación en la que un corredor ha recibido una orden para comprar acciones de una determinada acción a un precio específico, al mismo tiempo que recibe una orden de un cliente diferente para vender esa misma acción al mismo precio. En algunas naciones, el corredor puede simplemente unir los dos, creando efectivamente un intercambio entre los dos clientes que permite a cada inversor recibir lo que desea de la transacción. En otros entornos, el corredor debe aparecer en el piso de cambio, declarar la intención de comprar las acciones al precio deseado y preguntar si hay alguna objeción. De lo contrario, el corredor procede a comprar las acciones y luego las ofrece por el mismo precio al cliente. El corredor se beneficia al cobrar tarifas de transacción, y los dos inversores se benefician de la ejecución rápida de sus órdenes.

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