El valor de liquidación es el valor estimado que se recibiría al liquidar una propiedad. Las personas pueden aplicar valores de liquidación a bienes inmuebles, empresas y otros tipos de activos. Como regla general, el valor de liquidación está por debajo del valor justo de mercado. Los contadores expertos pueden estimar el valor de liquidación y proporcionar otras estimaciones de valor.
En el caso de un valor de liquidación en dificultades o forzado, se llega a la estimación determinando cuánto recuperaría la propiedad si se vendiera de inmediato. En este caso, se supone que el vendedor necesita liquidar rápidamente y no puede permitirse esperar un precio justo de mercado. Este suele ser el peor valor para la propiedad, y la mayoría de los vendedores intentan evitar verse obligados a una situación en la que deben vender al valor de liquidación en dificultades.
El valor de liquidación ordenada, por otro lado, se refiere al valor que podría obtenerse vendiendo activos de manera ordenada y organizada. En este caso, el vendedor todavía necesita liquidar, pero se puede hacer con el tiempo, no de inmediato. Este precio suele ser mejor porque supone que se puede utilizar alguna estrategia durante la venta. Sin embargo, todavía está por debajo del valor justo de mercado, gracias a la presión que la liquidación ejerce sobre el vendedor.
En el caso de una empresa, si el valor de liquidación excede el precio de la acción, es un indicador de que la empresa debe liquidarse, y los beneficios se distribuirán a los accionistas. Las empresas pueden verse obligadas a hacerlo, ya que su primer deber es con sus accionistas. En raras ocasiones, la variación en los precios se debe a una mala valoración, y las empresas siempre verifican el valor antes de dar el paso de liquidar por este motivo. Las compañías también pueden solicitar protección por bancarrota, con el objetivo de tener la oportunidad de cambiar el valor de la compañía antes de cerrar y liquidar.
Estimar el valor de liquidación puede ser un desafío, especialmente con activos únicos. Algunos activos son ilíquidos por naturaleza y, por lo tanto, pueden devaluarse significativamente si necesitan liquidarse, porque no hay tiempo suficiente para negociar mejores precios. Otros activos son tan inusuales que es difícil determinar por cuánto se venderían en caso de liquidación. Un equipo de contadores puede participar en el proceso de valoración, con el objetivo de garantizar la estimación más precisa y justa posible. Esto es especialmente importante en el caso de una empresa que cotiza en bolsa, donde una mala valoración podría perjudicar a los accionistas.
Inteligente de activos.