Las hipotecas del garante son préstamos hipotecarios respaldados por un tercero que acuerda realizar los pagos de la hipoteca si el prestatario original entra en incumplimiento. Este acuerdo financiero permite a los prestatarios con mal crédito o crédito limitado acceder a préstamos hipotecarios, pero conlleva riesgos significativos para la parte que actúa como garante. Es importante tener en cuenta que los garantes y los cosignatarios ocupan diferentes roles legales, ya que el cosignatario es en realidad un copropietario, que comparte no solo la responsabilidad del préstamo, sino también la equidad; cuando una pareja firma un préstamo hipotecario, por ejemplo, poseen partes iguales.
El formato más común para las hipotecas garantes es un padre que brinda asistencia a los niños que compran su primera casa. Los miembros de la familia a menudo son una buena opción para este acuerdo porque están cerca del prestatario y pueden vigilar las actividades del prestatario, con suerte interviniendo antes de que el préstamo entre en incumplimiento. Si el prestatario deja de hacer pagos, el garante debe asumir la responsabilidad, o el banco pondrá la casa en ejecución hipotecaria, lo que dejará una mala marca en el crédito del prestatario y en el del garante.
Los bancos pueden extender varias cantidades de dinero en un préstamo hipotecario, generalmente en función de los ingresos del prestatario principal. Con las hipotecas del garante, el banco también analiza los ingresos del garante para asegurarse de que esa persona pueda realizar los pagos, y también puede considerar cuestiones como los activos disponibles. Estos se pueden vender o convertir de manera predeterminada para cubrir el préstamo y volver a tener buena reputación. Un garante con mal crédito, malos ingresos o activos limitados no es un buen candidato, desde el punto de vista del banco.
Las partes que se acerquen para patrocinar hipotecas garantes deben considerar la situación con cuidado. Es aconsejable hablar con los prestatarios sobre sus planes para el préstamo y solicitar comprobantes de ingresos y ahorros. Si parece que el prestatario tendría problemas para pagar el préstamo, el garante puede querer rechazarlo o pedirle al prestatario que implemente un plan específico para administrar los pagos en caso de pérdida de empleo u otros eventos. Una vez que los garantes firman la documentación, son legalmente responsables por el préstamo, y su crédito puede experimentar un impacto negativo si el prestatario no cumple.
Muchos bancos ofrecen hipotecas garantes junto con una variedad de otros productos de préstamos. Los compradores que sospechan que necesitarán asistencia pueden hablar con los agentes de bienes raíces y los corredores de hipotecas sobre sus opciones. Puede ser una buena idea preparar un paquete de información para usar cuando se acerque a un posible garante.
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