El funcionamiento frontal es una forma de uso de información privilegiada en los mercados financieros, y es una práctica ilegal. Puede ocurrir en múltiples conjuntos de circunstancias, aunque una forma común de ejecución frontal involucra a un corredor de bolsa con conocimiento de una próxima operación, posiblemente por la firma de corretaje en la que está empleado. En esta situación, un corredor o comerciante puede comprar o vender una acción con conocimiento de la próxima posición que tomará una casa de bolsa. Esa posición es una orden de tamaño institucional que afectará materialmente el precio de la acción. Comerciar con información tan confidencial que no está disponible ni para los clientes ni para el público es una forma de ejecución directa, y no solo no es ético, sino que también es ilegal.
La práctica del front run también puede basarse en la investigación de analistas. Los analistas de la comunidad financiera tienen el potencial de mover el mercado de valores en función de una calificación que asignan a valores individuales, como una calificación de «comprar», «vender» o «mantener». Una calificación próxima en una casa de bolsa podría circular prematuramente en una empresa, lo que provocaría que algunos corredores compren o vendan un título antes de esa calificación o la distribución de un informe de investigación a los clientes. Esta es una forma de carrera frontal.
Otra área polémica para el frente podría ser un banco de inversión institucional donde se empleen tanto a los banqueros de inversión como a los corredores de bolsa. Los banqueros de inversión son responsables de emitir valores en el mercado de valores, y los corredores son responsables de vender esas acciones. En los Estados Unidos, la Ley Sarbanes-Oxley de 2002 se formalizó en un intento de mitigar el enfrentamiento entre analistas de investigación y banqueros de inversión. La ley fue diseñada en parte para crear un muro metafórico dentro de las grandes instituciones financieras. Este muro sirve como una barrera legal para separar a los profesionales que toman decisiones de inversión de aquellos profesionales con acceso a información confidencial y no divulgada que podría influir en las decisiones de inversión.
La ejecución anticipada de acciones no se limita a las instituciones financieras y se aplica a cualquier individuo con acceso a información temprana que pueda mover una acción. Por ejemplo, si algún empleado de una institución financiera transmite información interna sobre un valor a un miembro de la familia, y ese pariente comercia con base en la información interna, esto se considera una forma de ejecución ilegal al frente. Incluso el operador de una imprenta que ve información financiera antes de que una publicación esté ampliamente disponible podría ser considerado culpable de actividad de información privilegiada.
No siempre es posible probar circunstancias en las que se produce la ejecución frontal de valores. Dado que puede suceder en una amplia gama de condiciones, y dado que grandes sumas de dinero se comercializan en el mercado de valores todos los días, los reguladores no pueden realizar un seguimiento de cada operación individual. Cuando un comerciante o corredor de bolsa le da la mano a un cliente importante oa un miembro de la familia en una conversación telefónica, por ejemplo, puede que no haya evidencia de la comunicación que condujo a un comercio poco ético.
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