Los dividendos de la propiedad son pagos que son alternativas a pagar a los inversores un dividendo en efectivo o proporcionar acciones adicionales de las acciones de la compañía. En cambio, un dividendo de propiedad compensa a los inversores mediante la emisión de acciones asociadas con una subsidiaria u ofreciendo algún tipo de activo físico en lugar del efectivo. Una empresa puede optar por emitir un dividendo de propiedad por varias razones, incluida la falta de efectivo disponible para pagar la deuda con los inversores.
Si bien un dividendo de propiedad es algo poco común, no es inusual que muchas empresas incluyan disposiciones para esta opción en los acuerdos de compra que rigen la emisión de acciones. Hacerlo es en realidad lo mejor para el inversor y para el emisor, porque la propiedad que se utiliza para cumplir con la obligación del inversor debe tener un valor de mercado que sea al menos igual al monto adeudado. Al mismo tiempo, la capacidad de cumplir con la obligación con algo que no sea efectivo o acciones adicionales de acciones le permite a la empresa organizar sus finanzas de la manera más probable para garantizar el funcionamiento continuo de la empresa, mientras sigue cumpliendo con los acuerdos que existen entre el negocio y sus inversores.
Un ejemplo de una situación en la que una empresa puede optar por emitir un dividendo de propiedad en lugar del dividendo en efectivo más tradicional tiene que ver con evitar la dilución de la posición actual de la compañía mientras mantiene sus reservas de efectivo. En este escenario, la compañía puede optar por pagar dividendos en forma de acciones asociadas con una subsidiaria. Suponiendo que esas acciones tienen un valor de mercado actual que es igual al monto de los dividendos adeudados a cada inversionista, el pago se considera válido y de acuerdo con el contrato entre el negocio y sus inversores.
Una compañía también puede optar por emitir un dividendo de propiedad cuando hay una falta temporal de efectivo disponible para pagar dividendos. Al utilizar propiedades que no son esenciales para la operación central de la empresa, los inversores aún reciben un retorno de la inversión y la empresa no ejerce una presión adicional sobre su flujo de caja limitado. Si la opción es emitir acciones relacionadas con una subsidiaria, la empresa también aumenta los lazos que existen entre sus inversores y la organización matriz, una estrategia que puede ser útil en el futuro. Además, el uso de la propiedad puede generar algunos beneficios fiscales para la empresa, según las leyes fiscales vigentes que se aplican en la jurisdicción donde se encuentra la empresa.
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