En física, la retrodispersión se refiere al reflejo de energía o partículas hacia la fuente de una onda electromagnética después de que entra en contacto con un objeto. Hay una serie de campos que hacen uso frecuente de los principios de la retrodispersión, incluida la meteorología, la fotografía y la ciencia médica. Mediante el análisis de la forma en que un objeto dispersa la radiación, los científicos de estos y otros campos pueden obtener información sobre la composición del objeto.
Cuando un objeto o partícula es golpeado por radiación electromagnética, como rayos X, parte de la radiación se refleja hacia la fuente de radiación. La radiación que rebota en esta dirección se conoce como retrodispersión. En la mayoría de los casos, los objetos dispersarán la radiación en todas las direcciones, y un análisis de cómo el objeto dispersa la radiación puede brindar a los científicos información sobre ese objeto. En muchos casos, la retrodispersión se utiliza para recopilar información porque el dispositivo que emite radiación y el dispositivo que detecta la dispersión de esa radiación se encuentran en el mismo lado del objetivo. En la mayoría de los casos, la información se puede obtener de la forma en que la radiación se dispersa alrededor del lado opuesto del objeto, es solo que no hay un dispositivo en ese lado para recopilar la información.
En medicina, los principios de la retrodispersión pueden usarse para crear tipos especiales de imágenes de rayos X. En una radiografía típica, una máquina emite un fuerte haz de radiación a un sujeto, que se encuentra entre la máquina y el dispositivo de recolección. La radiación que no es absorbida por el sujeto llega a la película de rayos X y crea una imagen del sujeto. En una radiografía de retrodispersión, por otro lado, el emisor y el colector están ubicados en el mismo lado del sujeto. El colector recopila información del sujeto a medida que la radiación es absorbida y reflejada en él.
La meteorología también hace un uso frecuente de los principios de la retrodispersión. El radar utilizado para proporcionar imágenes codificadas por colores de la precipitación actual es posible porque los diferentes tipos de precipitación dispersan la radiación de diferentes maneras. La nieve, por ejemplo, produce muy poca retrodispersión, mientras que las fuertes lluvias o el granizo reflejan grandes cantidades de radiación hacia la estación de radar.
La retrodispersión también es importante para el campo de la fibra óptica. Cuando una corriente de radiación viaja a lo largo de un cable de fibra óptica a una gran distancia, esa señal eventualmente se debilitará hasta el punto de que es ilegible. En este caso, la retrodispersión es responsable del deterioro de la señal porque una cierta cantidad de radiación se refleja por donde vino cada vez que rebota en las paredes del cable.