Camillagate fue un escándalo que estalló en los tabloides británicos en 1992, cuando se publicó una transcripción de una conversación telefónica explícita entre Carlos, Príncipe de Gales y su amante Camilla Parker-Bowles. Cuando se publicó la transcripción, el público ya era consciente de que el matrimonio del Príncipe estaba experimentando profundos problemas, pero la publicación de la transcripción fue una fuente de intensa vergüenza para la familia real británica. Investigaciones posteriores demostraron que los teléfonos de la familia real habían sido intervenidos, lo que permitió el acceso a conversaciones que se presumían privadas.
Charles y Camilla se conocieron en 1970, antes de que cualquiera de las partes se casara, y se cree que disfrutaron de una relación entre ellos antes y después de sus respectivos matrimonios. El matrimonio del Príncipe de Gales con Lady Diana Spencer en 1981 atrajo mucha atención pública, y es posible que Charles y Camilla suspendieran su relación por un tiempo. Sin embargo, está claro que a fines de la década de 1980, la aventura se reanudó y Camilla Parker-Bowles se convirtió en una figura extremadamente impopular a los ojos del público, ya que se la culpó de romper el “matrimonio de cuento de hadas” entre Charles y Diana. Diana odiaba famosa (y comprensiblemente) a Camilla.
La llamada telefónica sexualmente explícita publicada en la transcripción de Camillagate se realizó en 1989 e incluía detalles extensos que sugerían que Charles y Camilla estaban involucrados sexualmente. Partes de la conversación también fueron un poco desagradables, lo que aumentó el furor cuando se publicó la transcripción. Solo unos años después del escándalo de Camillagate, Andrew Parker-Bowles y Camilla solicitaron el divorcio.
Las relaciones enredadas descubiertas por el escándalo de Camillagate fueron un tema en Gran Bretaña y en el extranjero durante años después de la publicación de la transcripción. Después de su divorcio de Andrew Parker-Bowles en 1995, Camilla mantuvo un perfil público bajo, hasta que fue vista en público con el Príncipe en 1999, cuando los medios supusieron que su relación era oficial. Los dos hicieron todo lo posible para legitimar su relación, y el príncipe Carlos presentó formalmente a Camilla a la reina en 2000; en 2005, los dos se casaron.
Aunque Charles y Camilla estaban casados, la sombra del escándalo de Camillagate se cernía sobre sus cabezas. Las disputas sobre qué títulos se le permitiría usar a Camilla pueden haber sido provocadas en parte por los eventos de Camillagate, y algunos miembros del público británico expresaron su malestar con el matrimonio de 2005, dado que Charles era el heredero aparente. Esto convertiría a Camilla en la eventual Reina de Inglaterra, aunque se rumorea que oficialmente será conocida como la Princesa Consorte, no la Reina.