Un equipo de Armas y Tácticas Especiales (SWAT) es un equipo de aplicación de la ley especialmente capacitado que responde a eventos potencialmente peligrosos, como una situación que puede involucrar a rehenes. Estos equipos de respuesta especial tienen varios nombres alternativos, pero la mayoría de los civiles se refieren coloquialmente a cualquier tipo de equipo de respuesta especial como un equipo SWAT, independientemente de su nombre oficial. Generalmente, este término se usa solo dentro de los Estados Unidos, y los equipos internacionales de respuesta especial tienen sus propios acrónimos coloridos.
Los orígenes del equipo SWAT se pueden encontrar en Los Ángeles de la década de 1960, cuando el departamento de policía reconoció una creciente necesidad de un equipo de respuesta de élite y altamente capacitado que pudiera manejar situaciones emergentes. El primer equipo SWAT se estableció allí en 1967 y el concepto se extendió rápidamente por todo el país a otros departamentos de policía. En la actualidad, la mayoría de los departamentos de policía estadounidenses tienen un equipo SWAT, al igual que otras agencias de aplicación de la ley, y las fuerzas que no tienen uno suelen tener un acuerdo de cooperación con una agencia de aplicación de la ley que sí lo tiene.
Para calificar para ser personal SWAT, un oficial de policía generalmente debe tener varios años de experiencia en servicio activo y, como regla general, debe haber sido reconocido por un servicio especialmente excelente. Cuando un oficial es aceptado en el equipo SWAT, recibe entrenamiento SWAT especializado, junto con una variedad de herramientas que están disponibles solo para la policía SWAT, que incluyen chalecos antibalas especializados, armas distintivas y acceso a equipo antidisturbios y vehículos especialmente equipados.
Debido a que un equipo SWAT no está constantemente en acción, la mayoría de las personas de estos equipos trabajan como agentes de policía habituales la mayor parte del tiempo, pero están disponibles para las llamadas SWAT. Cuando se activa un equipo SWAT, se enviará a todos los oficiales SWAT que estén de guardia, y algunos pueden permanecer en espera en caso de que la situación se agrave y requiera oficiales adicionales.
Siempre que se cree que un sospechoso está fuertemente armado o tiene tendencias suicidas, se envía un equipo SWAT. Estos equipos también entregan órdenes de arresto a sujetos peligrosos, intervienen en situaciones de rehenes, ayudan a derribar barricadas, trabajan en misiones antiterroristas, brindan seguridad perimetral para eventos de alto perfil y brindan asistencia en otras situaciones de alto riesgo. Gracias a la participación de los agentes SWAT en situaciones peligrosas, estos equipos también juegan un papel en la cultura popular.