Es una creencia común que la gente se traga unas ocho arañas al año. Sin embargo, no hay evidencia de este mito. Es muy poco probable que una araña se acerque a una persona que duerme, y más improbable que el artrópodo de ocho patas entre por la boca abierta. Las vibraciones provocadas por la respiración, el movimiento y los ronquidos durante el sueño repelen a las arañas. Por lo tanto, es muy poco probable que una persona promedio se trague incluso una sola araña mientras duerme. Las posibilidades son aún menores para quienes duermen con la boca cerrada.
Más sobre el sueño:
El 30% de las personas mayores de 30 años ronca.
Los padres de un recién nacido pierden unas 1055 horas de sueño durante el primer año.
La temperatura ambiente ideal para un sueño de buena calidad es entre 60 y 67 grados Fahrenheit.