¿Qué es el retraso mental genético?

El retraso mental genético se refiere a una deficiencia de la capacidad mental que está a merced de una predisposición genética. Como muchas otras condiciones, el retraso mental y otros problemas mentales pueden producirse por muchas razones. A veces, el abuso de sustancias o el trauma pueden causar condiciones como esta; otras veces, puede heredarse. En el caso del retraso mental genético, un mal funcionamiento genético da como resultado una capacidad mental limitada que tiende a causar habilidades inferiores al promedio.

Durante la concepción y el desarrollo, los cromosomas tanto del esperma como del óvulo se combinan para crear el material genético único que hace que las personas sean quienes son. Este proceso es un milagro biológico, y los procesos complejos que permiten que ocurra un evento tan asombroso a veces salen mal. Desafortunadamente, muchas enfermedades son causadas por errores genéticos como este, y el retraso mental genético se debe a una fusión cromosómica incorrecta.

En el retraso mental genético, puede haber demasiados cromosomas o un gen mutado en un cromosoma alineado correctamente. Si bien las razones pueden variar, el resultado suele ser relativamente obvio y, por lo general, se observa en la primera infancia. El retraso mental se clasifica por un individuo que tiene dos o más de un conjunto estandarizado de síntomas. Entre estos síntomas se encuentran tener un cociente intelectual de menos de 70, un retraso en el desarrollo del lenguaje oral, déficits en las funciones relacionadas con la memoria y trastornos sociales. Además, las habilidades de resolución de problemas y las inhibiciones sociales pueden no estar presentes como las exhiben otros niños de la misma edad.

Como cualquier enfermedad o afección, existen diversos grados de gravedad. La gravedad está determinada por la cantidad de síntomas presentes y cuán extremos tiende a ser cada uno de los síntomas. Un coeficiente intelectual de 69, por ejemplo, está al límite del retraso mental, mientras que un coeficiente intelectual de 30 o 40 es más extremo. La incapacidad para mantener una conversación por completo también es más extrema que la de un paciente que tal vez sea un poco incómodo socialmente.

La medicina moderna ha proporcionado una serie de terapias, medicamentos y otros tratamientos que han ayudado a quienes padecen afecciones médicas a vivir vidas muy productivas y exitosas. En el caso del retraso mental genético, los sistemas de apoyo y los tratamientos han permitido a estos individuos maximizar su potencial como personas importantes en la sociedad. Lo que una vez fue visto como un estado severamente debilitante ahora es más una característica de los miembros comunes de la sociedad. Aquellos que tienen problemas mentales han tenido trabajos maravillosos y han establecido relaciones significativas que hacen que sus vidas sean satisfactorias y placenteras.