Comúnmente conocido simplemente como DFSP, el dermatofibrosarcoma protuberans es un tipo de tumor que tiene varias de las características asociadas con los fibroblastos. En la mayoría de los casos, este tumor se desarrolla en la piel y tiene la capacidad de viajar eventualmente a los pulmones, aunque esto es una ocurrencia relativamente rara. En su mayor parte, tratar un tumor de dermatofibrosarcoma protuberans requiere la extirpación quirúrgica, ya que otros métodos tienden a tener una tasa de éxito muy baja.
Como muchos tipos de tumores, un DFSP surge porque las células comienzan a dividirse rápidamente y eventualmente se convierten en un crecimiento anormal. Esto se debe a una fusión de dos genes específicos. Tienen lugar el gen del colágeno y el gen del factor de crecimiento derivado de plaquetas. El gen de fusión resultante no produce proteínas, como sería el caso normalmente. En cambio, produce un factor de crecimiento que estimula el crecimiento inusual del tumor, aunque el gen mismo lee esta producción como una proteína creadora. Al principio, el tumor puede parecer nada más que una pequeña protuberancia debajo de la piel. Con el tiempo, un dermatofibrosarcoma protuberans puede comenzar a abrirse camino hacia el tejido muscular y posiblemente extenderse a los órganos circundantes.
El pronóstico del dermatofibrosarcoma protuberans, especialmente si se detecta a tiempo, es bastante bueno. A veces, se realizan esfuerzos para utilizar la quimioterapia para reducir el tamaño del tumor. El uso de imatinib, un fármaco suave que se utiliza en diversas formas de quimioterapia, a veces puede producir resultados prometedores. También existe una buena posibilidad de que se emplee radioterapia junto con los tratamientos de quimioterapia.
Sin embargo, la cirugía es a menudo el método preferido para tratar un dermatofibrosarcoma protuberans. La extirpación del tumor también permite examinar el tejido circundante en busca de signos de que el tumor ha comenzado a liberar células a otras partes del cuerpo. Afortunadamente, este procedimiento es relativamente simple y rara vez involucra muchas complicaciones. Incluso cuando se utiliza la cirugía, no es infrecuente que se realicen tratamientos de seguimiento de radiación o quimioterapia, simplemente como medida de precaución.
Si bien no se considera necesariamente el más peligroso de todos los tipos de tumores, es importante darse cuenta de que un dermatofibrosarcoma protuberans es un asunto serio. La detección temprana tiene un impacto significativo en el proceso de tratamiento, así como en la duración del período de recuperación. Seguir las instrucciones de su médico, tanto durante el proceso de tratamiento del dermatofibrosarcoma protuberans mediante radiación y quimioterapia, como después de la cirugía, ayudará a minimizar cualquier síntoma o malestar que pueda estar presente.