La psicofarmacología es el estudio de las drogas que tienen la capacidad de alterar el estado de ánimo de una persona. Hay dos ramas principales en el campo de la psicofarmacología: una rama que se centra en el desarrollo de fármacos psiquiátricos y una rama que examina los efectos de los psicofármacos. Este campo surgió en gran medida en el siglo XX, cuando se hizo posible el análisis detallado de compuestos químicos, aunque la gente ciertamente había estudiado sustancias que podían alterar los estados mentales antes del siglo XX.
En el aspecto comercial, la psicofarmacología permite a los investigadores desarrollar nuevos fármacos con el fin de tratar afecciones mentales como ansiedad, manía, depresión y psicosis. Los psicofarmacólogos trabajan en laboratorios para desarrollar nuevas clases de medicamentos y luego someten estos medicamentos a pruebas rigurosas para determinar cuáles son sus efectos antes de lanzarlos para uso general.
Una barrera frustrante es la psicofarmacología y es que trabaja con la llamada «caja negra» del cerebro. La información entra y sale del cerebro, pero lo que sucede con la información dentro del cerebro aún no está claro, a pesar de una extensa investigación sobre el funcionamiento de la mente. Por lo tanto, es difícil predecir los efectos de un fármaco diseñado para ayudar a personas con afecciones psicológicas y psiquiátricas y, en ocasiones, es necesario probar varios fármacos antes de poder encontrar un fármaco eficaz.
Algunos investigadores en psicofarmacología también están interesados en los efectos de las drogas psicotrópicas, analizando las formas en que estas drogas alteran los estados mentales y las formas en que algunas de estas sustancias pueden causar daños permanentes. El estudio de los psicofármacos permite a los investigadores elaborar planes de tratamiento para las personas que han sufrido daños como resultado del consumo de dichos fármacos. También proporciona información interesante para los antropólogos, que a menudo están interesados en el uso de tales drogas tanto en la cultura moderna como en la histórica.
El estudio de la psicofarmacología también puede aparecer en la investigación histórica. Por ejemplo, los casos de histeria colectiva documentada en algunas culturas se han relacionado con el uso de psicofármacos, que pueden haber sido digeridos intencional o accidentalmente. Estas drogas también jugaron un papel importante en muchos ritos y ceremonias en culturas de todo el mundo, desde la Antigua Grecia hasta las profundidades de la selva amazónica.
Para convertirse en psicofarmacólogo, en general, uno debe estar preparado para ir a la escuela durante mucho tiempo. Los psicofarmacólogos deben estar familiarizados con la farmacología, el estudio de las drogas y sus acciones, así como con la psicología y la psiquiatría, el estudio de las emociones humanas y los estados mentales. Muchos son médicos completamente calificados que han optado por realizar investigaciones con sus títulos, mientras que otros son doctores con un extenso trabajo de posgrado a su nombre.