Las mujeres embarazadas suelen experimentar presión pélvica y la causa principal es el agrandamiento del útero. A medida que el feto crece, también lo hace el útero, lo que genera presión sobre las estructuras circundantes. La segunda causa principal de presión pélvica durante el embarazo es el estiramiento de los diversos ligamentos pélvicos que suspenden los órganos reproductores femeninos y mantienen unidos los huesos pélvicos. Otras causas de dolor pélvico incluyen compresión nerviosa y circulación disminuida.
Un útero embarazado o grávido alcanza el nivel del hueso púbico en la semana 12 de gestación. En la semana 20, llega al ombligo y en la semana 36, alcanza la parte más inferior del hueso esternal. Como consecuencia del crecimiento fetal y uterino, el mayor grado de presión pélvica se experimenta durante el tercer trimestre. Otras consecuencias incluyen la compresión de los nervios y la circulación sanguínea y linfática disminuida en las extremidades inferiores.
Otra causa importante de presión pélvica durante el embarazo es el ablandamiento y el estiramiento de los ligamentos. Los ligamentos conectan la sínfisis púbica, la articulación entre los huesos púbicos, así como las articulaciones sacroilíacas izquierda y derecha. Para adaptarse al crecimiento del bebé, los ligamentos de la madre se vuelven más laxos. Un factor que causa esto es la hormona relaxina, que también produce efectos como remodelación del colágeno y aumento de la elasticidad de los músculos, tendones y tejidos pélvicos circundantes. Una afección llamada dolor de la cintura pélvica, también llamada síndrome de la articulación pélvica, dolor pélvico posterior, disfunción de la sínfisis del pubis o relajación fisiológica de la cintura pélvica, tiene su origen en la laxitud de los ligamentos y la inestabilidad articular durante el embarazo.
Es importante abordar la presión pélvica durante el embarazo porque puede afectar significativamente la vida de la mujer. Por ejemplo, una mujer embarazada puede tener que tomar una licencia por enfermedad de 7 a 12 semanas debido al dolor en la cintura pélvica. La presión pélvica también puede conducir a niveles más altos de estrés, ansiedad y depresión. Existen tratamientos para ayudar a aliviar los síntomas.
Los ejercicios de estiramiento de los músculos abdominales y de la espalda, la natación y la caminata pueden ayudar a aliviar la presión y el dolor. Una mujer también debe tratar de mantener una buena postura. Algunas mujeres se benefician al colocar compresas frías y calientes en las áreas de presión. Si el problema no se alivia con estas intervenciones, la mujer embarazada debe hablar con su proveedor de atención médica.