Un ataque cardíaco y un ataque de pánico tienen síntomas muy similares. Por ejemplo, una persona puede sentir dolor en el pecho y tener dificultad para respirar durante ambos. Sin embargo, el tipo de dolor suele ser diferente y la dificultad para respirar durante un ataque de pánico a menudo se puede controlar. Un ataque de pánico y un ataque cardíaco también suelen ser causados por diferentes factores.
Uno de los síntomas más comunes de un ataque cardíaco es el dolor de pecho. Durante un ataque cardíaco, este dolor suele ser bastante severo y muchas veces se sentirá como una presión constante y aplastante. El dolor de pecho puede irradiarse a otras partes del cuerpo durante un ataque cardíaco, como la espalda, el cuello y el brazo izquierdo. A veces también puede haber entumecimiento u hormigueo.
La gravedad, el tipo y la ubicación del dolor en el pecho es una de las principales diferencias entre un ataque cardíaco y un ataque de pánico. En caso de un ataque de pánico, el dolor de pecho suele ser un dolor punzante intermitente que es menos intenso que el dolor asociado con un ataque cardíaco. Además, el dolor de pecho durante un ataque de pánico no suele extenderse a otras partes del cuerpo.
La falta de aire es otro síntoma común tanto de un ataque cardíaco como de un ataque de pánico. Cuando una persona experimenta este síntoma, suele ser muy grave. Puede sentir como si tuviera un peso intenso en el pecho. A diferencia de un ataque de pánico, alguien que sufre un ataque cardíaco no puede recuperar el aliento. Las uñas y los labios pueden volverse pálidos o azulados durante un ataque cardíaco porque la sangre carece de oxígeno.
La dificultad para respirar durante un ataque de pánico a menudo se debe a que la persona está hiperventilando. Durante los ataques de pánico menos severos, el individuo puede calmarse lo suficiente como para recuperar el aliento. Otras veces, es posible que tenga que respirar en una bolsa.
Un ataque cardíaco y un ataque de pánico generalmente tienen diferentes causas. Antes de un ataque cardíaco, una persona a menudo participará en algún tipo de actividad física extenuante, como correr o subir escaleras. Las personas que están experimentando un ataque de pánico, por otro lado, generalmente se encuentran en una situación particularmente incómoda, estresante o aterradora.
Otros signos similares que indican un ataque cardíaco y un ataque de pánico incluyen sudoración y un corazón acelerado o palpitaciones cardíacas. Dado que los síntomas pueden diferir de una persona a otra, se recomienda atención médica inmediata si una persona sospecha que puede estar sufriendo un ataque cardíaco. Solo un médico puede descartar positivamente la posibilidad de un ataque cardíaco. A veces, las personas con estos síntomas pueden ignorarlos, pensando que son lo suficientemente leves como para ser un ataque de pánico cuando en realidad han tenido un ataque cardíaco.