¿Cuáles son las causas más comunes de síncope?

El síncope se conoce más comúnmente como desmayo y las causas del síncope generalmente implican una falta de flujo sanguíneo al cerebro. Esto puede suceder por varias razones que, en última instancia, resultan en una privación de oxígeno en el cerebro, generalmente temporal. Puede haber un problema en la función del corazón, de los vasos sanguíneos, o cualquiera de ellos causado por una respuesta emocional repentina al entorno o un estímulo ambiental.

Una de las causas fundamentales más comunes del síncope es la presión arterial baja. Esto ocurre cuando el corazón bombea menos de la cantidad de sangre requerida a través del cuerpo, lo que resulta en una cantidad de oxígeno más baja de lo normal que se entrega al cerebro. Un latido cardíaco irregular, palpitaciones u otras afecciones cardíacas pueden aumentar este riesgo. Cuando ocurre esta privación de oxígeno, puede ser lo suficientemente grave como para causar desmayos y pérdida del conocimiento.

La hipotensión, o presión arterial baja, a menudo es causada por cambios repentinos en el ritmo del corazón de una persona. Esto puede ocurrir cuando hay una reacción emocional importante a algo en el entorno, una amenaza o esfuerzo físico repentino, o funciones corporales repentinas e involuntarias. Un ataque de tos intenso y prolongado puede provocar una caída de la presión arterial y provocar una experiencia llamada síncope situacional; esto se refiere a causas de síncope que involucran una ocurrencia repentina.

El estrés es una de las causas más comunes y conocidas de síncope. Las malas noticias, la presión en el hogar o en el trabajo o un evento repentino que cambia la vida pueden causar estragos en el ritmo del corazón y provocar una fluctuación del flujo sanguíneo al cerebro. Sentirse aturdido y mareado puede ser precursor de la pérdida del conocimiento en estas situaciones. El síncope causado por este tipo de estímulos emocionales se denomina síncope vasovagal.

Otra de las causas comunes de síncope es la deshidratación. No hidratarse adecuadamente durante el ejercicio puede hacer que el corazón trabaje horas extras y bombee menos sangre a través del cuerpo y al cerebro. Mantenerse hidratado puede eliminar la mayoría de los problemas y, si no es así, desmayarse durante el ejercicio puede ser un signo de una afección más grave. La sudoración excesiva libera al cuerpo del agua vital, que debe ser reemplazada cuando se realiza una actividad física intensa.

A veces, el simple hecho de moverse rápidamente puede provocar un cambio en la forma en que se lleva la sangre al cerebro. Pararse repentinamente, especialmente cuando se combina con otras condiciones como deshidratación o fatiga, puede provocar un síncope. Cuando está parado durante un largo período de tiempo, como en un vuelo largo, es importante levantarse y estirarse ocasionalmente y tener cuidado al hacerlo. Muy a menudo, esto se combina con algún tipo de presión sobre la arteria carótida del cuello que restringe el flujo de sangre al cerebro.