¿Qué es un discograma?

Un nombre interesante como discograma seguramente confundirá a algunas personas. Puede sonar como un telegrama cantado entregado por alguien vestido como si acabara de salir del set de Saturday Night Fever, pero un discograma es en realidad un examen médico. Es de naturaleza diagnóstica y se utiliza para identificar la causa del dolor de espalda al establecer si un disco está lesionado o no. Esto se logra inyectando un tinte especial para que el disco se pueda ver a través de rayos X.

Un disco no se puede ver claramente en una radiografía típica, por lo que es necesario inyectar el tinte para que sea observable y para determinar si el disco en cuestión está causando el dolor del paciente. Generalmente, un discograma no es la primera opción en los métodos de detección, pero a menudo se usa después de que una resonancia magnética ha producido resultados no concluyentes con respecto a una posible hernia de disco. También se puede utilizar un discograma para ofrecer al paciente una segunda opinión en los casos en los que esté indicada una cirugía de espalda.

Con un discograma, como con cualquier procedimiento de rayos X, existe cierto riesgo asociado con la radiación. Si está embarazada, podría estarlo o padece cáncer o condiciones precancerosas, informe a su proveedor de atención médica antes de someterse a un discograma. Otros riesgos incluyen sensibilidad o alergia al tinte, así como la posibilidad de que el disco se infecte. Si le preocupan los factores de riesgo, consulte con su proveedor de atención médica. Además, si no se ha sometido a una tomografía computarizada o una resonancia magnética antes de que se recomiende el discograma, debe preguntar si se podría utilizar primero una de estas pruebas menos invasivas.

Si usted y su médico están de acuerdo en que un discograma es el mejor curso de acción, él o ella lo prepararán para la prueba. Debería durar poco más de media hora. Se administrará un anestésico local para amortiguar la sensación en el área de prueba, de modo que se pueda insertar una aguja larga. El médico guiará la aguja hacia el disco apropiado y comenzará a inyectar solución salina u otro líquido. Este líquido creará presión, lo que le permitirá al médico determinar si el disco es la causa de su dolor o no. Después de esta parte del procedimiento, se inyectará el tinte y se tomarán los rayos X.

Después de revisar el discograma, su médico debería poder determinar si la cirugía es necesaria o no o qué tan intensa debe ser la cirugía. Hable sobre un discograma y cualquier prueba, tratamiento o procedimiento con un profesional de la salud calificado para obtener más información antes de tomar decisiones.