El cáncer metastásico ocurre cuando las células cancerosas de una infección primaria atacan a otro órgano o sistema. La afección a menudo se diagnostica mediante pruebas, pero puede provocar algunos síntomas notables. Los síntomas del cáncer metastásico dependerán de la progresión de la enfermedad y de la ubicación de la infección secundaria del cáncer.
Cuando se presentan síntomas de cáncer metastásico, es porque un cáncer primario se ha diseminado por todo el cuerpo. Por lo tanto, una persona que tiene cáncer de ovario que se disemina al hígado se denominará cáncer de ovario metastásico, en lugar de tener cáncer de ovario y de hígado. Si el cáncer es metastásico se determina mediante el examen de células cancerosas en el sitio secundario; si se originaron en un órgano diferente, se debe a un cáncer metastásico.
Uno de los síntomas de cáncer metastásico más reconocibles ocurre cuando el cáncer se ha diseminado a los huesos. Esto puede provocar un dolor intenso y una mayor susceptibilidad a roturas y fracturas. Los síntomas pueden localizarse en un área o sentirse en todo el sistema esquelético.
Los sistemas de cáncer metastásico relacionados con el cerebro incluyen un aumento de los dolores de cabeza y los mareos. Las personas pueden perder el sentido del equilibrio y pueden tener apagones ópticos o breves períodos de desorientación. En algunos casos, pueden ocurrir pérdida de memoria, discapacidades del habla e incluso cambios de personalidad.
Si un tumor secundario crece en los pulmones, los síntomas de cáncer metastásico más obvios pueden ser de naturaleza respiratoria. La dificultad para respirar es una señal importante de que un tumor está impidiendo la función pulmonar. Las personas con antecedentes de enfermedad pulmonar o fumadores habituales pueden no notar necesariamente estos síntomas o pueden atribuirlos a otras causas.
En muchos casos, es posible que las personas que ya estén en tratamiento contra el cáncer, como quimioterapia o radiología, no noten necesariamente los síntomas. Dado que, para empezar, muchos programas de tratamiento para el cáncer primario son duros para el cuerpo, la aparición de dolor, náuseas u otros síntomas de cáncer metastásico puede ser indistinguible de las reacciones existentes al tratamiento. Para aquellos con cáncer no diagnosticado, los síntomas pueden pasarse por alto como un simple resfriado o gripe, o mala salud general, si es que se presenta algún síntoma.
En todo el cuerpo, cualquier aspecto de un bulto o sección de piel endurecida puede ser motivo de preocupación por el cáncer metastásico. Los pacientes ya diagnosticados con una enfermedad primaria pueden someterse a exploraciones y controles periódicos para determinar si puede estar ocurriendo metástasis. Dado que en muchos casos no se presentan síntomas de cáncer metastásico, estas exploraciones pueden ser la única forma de tener una idea clara de la progresión de una enfermedad. Las exploraciones generalmente se realizan mediante el uso de rayos X, tomografía computarizada (TC) o pruebas de imágenes por resonancia magnética (MRI).