La polineuropatía por enfermedades críticas (CIP) es una afección que se presenta en la medicina de cuidados intensivos. Los nervios dejan de funcionar correctamente en pacientes críticamente enfermos y se desarrolla debilidad muscular y parálisis, lo que dificulta el movimiento de las extremidades o la respiración. Esto podría significar que los pacientes que iban a ser retirados de un ventilador deban permanecer con él y también podrían tener que permanecer más tiempo en el hospital. Es probable que la polineuropatía de enfermedad crítica ocurra en adultos que padecen sepsis, donde la infección abruma al cuerpo, y disfunción de múltiples órganos, donde varios órganos dejan de funcionar correctamente. Es posible recuperarse de la afección, pero la recuperación parece ser lenta.
Alrededor del 70 por ciento de los pacientes con sepsis desarrollan polineuropatía por enfermedad crítica. Es más probable que ocurra en pacientes varones en cuidados intensivos que tienen inflamación en todo el cuerpo y dificultades respiratorias, y que tienen más de 50 años. La inflamación de todo el cuerpo se conoce como síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) y esto puede estar asociado con infecciones, quemaduras, lesiones graves y pérdida de sangre. Los signos de CIP incluyen no poder respirar sin ayuda, movimientos reducidos de las extremidades y, a veces, parálisis del nervio facial.
La polineuropatía por enfermedad crítica a menudo se asocia con una afección similar conocida como miopatía por enfermedad crítica (CIM), en la que los músculos dejan de funcionar correctamente. Ambas condiciones causan debilidad muscular y puede ser difícil distinguir entre las dos, particularmente porque ambas pueden ocurrir juntas. Las pruebas electrofisiológicas de los nervios muestran una función nerviosa anormal tanto en CIP como en CIM. Una biopsia de músculo, en la que se extrae una muestra de músculo y se analiza para buscar anomalías, se puede utilizar para diagnosticar CIM. En la práctica, el tratamiento tanto para la polineuropatía por enfermedad crítica como para la CIM es el mismo, por lo que no es necesario diferenciarlos.
Se está investigando un tratamiento eficaz para la polineuropatía por enfermedad crítica, por lo que es importante tratar de evitar que la afección se desarrolle en primer lugar. La prevención implica el tratamiento de la sepsis y la disfunción multiorgánica lo antes posible antes de que se desarrolle CIP. Se cree que el uso de ciertos medicamentos, como altas dosis de esteroides, podría aumentar el riesgo de CIP, por lo que estos deben evitarse si es posible. Aquellos pacientes que sobreviven a su enfermedad y abandonan la unidad de cuidados intensivos pueden recuperarse de la CIP, aunque el progreso es lento y algunos aún pueden experimentar algunas anomalías más de un año después. Los pacientes con casos más graves de sepsis tienden a tener un peor pronóstico.