La fibrosis es la creación de tejido conectivo adicional en respuesta a algún tipo de daño o lesión en el cuerpo causado por factores ambientales o condiciones de salud. También conocido como tejido cicatricial, este proceso endurece los tejidos fusionándolos. Sin embargo, a diferencia del tejido cicatricial común que se puede observar cuando hay una pequeña división o corte en la piel, las causas de la fibrosis incluyen afecciones dentro del cuerpo cuando hay un problema de larga duración que genera inflamación o lesiones recurrentes.
Mientras que el tejido cicatricial normal puede provocar un cambio permanente en la estructura de la piel o el órgano afectado, la fibrosis puede provocar daños en los tejidos u órganos de las áreas circundantes o subyacentes. Dependiendo de las causas de la fibrosis, también puede volverse progresiva y continuar dañando más el área circundante. Esto puede resultar en una disminución de la circulación que inhibe el transporte de nutrientes clave y la eliminación de productos de desecho en el cuerpo. A su vez, esta circulación atrofiada puede aumentar el riesgo de infección, así como intensificar el dolor y la hinchazón generalizados.
Este engrosamiento anormal de los tejidos puede ocurrir en un lugar localizado como los pulmones, lo que se conoce como fibrosis pulmonar. En los pulmones, el daño puede disminuir la elasticidad inhibiendo la capacidad de los pulmones para expandirse correctamente. Esto puede ocurrir en respuesta a factores ambientales como la exposición repetida o continua a contaminantes, productos químicos o toxinas como la radiación. Ciertos medicamentos o quienes padecen la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), también conocida como acidez estomacal crónica, también pueden experimentar una cierta cantidad de cicatrices en los pulmones.
Las causas de la fibrosis en el sistema pulmonar también pueden incluir la respuesta del cuerpo a afecciones pulmonares como la tuberculosis o la neumonía crónica. El proceso de infección o el uso de medicamentos durante un período prolongado de tiempo también puede ser un factor en las causas de la fibrosis. Algunas enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, comúnmente conocido como lupus, y la artritis reumatoide, también pueden contribuir a las causas de la fibrosis y cicatrizar los pulmones y otros órganos del cuerpo.
Cuando esta reacción afecta a todo el cuerpo, se denomina fibrosis quística, también conocida como mucoviscidosis. Esta forma de cicatrización generalizada es provocada por un cambio anormal en un gen. Esta alteración cambia una proteína que controla el movimiento de sales a través del cuerpo. Esto puede afectar a muchos sistemas corporales, incluidos los pulmones, la digestión y la reproducción. La fibrosis quística puede perturbar gravemente la respiración y la nutrición y, debido a su naturaleza progresiva, a menudo es fatal.