Una costilla rota es la fractura parcial o completa de uno de los huesos de la caja torácica. Esta lesión generalmente dolorosa puede resultar de un golpe directo en el área, o puede ser causada por una forma leve pero prolongada de malestar en las costillas, como ataques frecuentes de tos. Las roturas leves de las costillas, aunque son incómodas, no suelen ser graves, mientras que las roturas graves pueden dañar los órganos cercanos. Generalmente, una costilla rota sanará por sí sola en aproximadamente seis semanas. Durante ese tiempo, es posible que se necesiten analgésicos para mantener el funcionamiento normal de los pulmones.
La causa más común de una costilla rota es un golpe directo en el área. Este tipo de golpe puede resultar de incidentes como una caída, un accidente automovilístico o una colisión mientras se practica un deporte de contacto. Con menos frecuencia, una forma leve pero continua de molestias en las costillas, como ataques de tos continuos, puede causar una rotura. Estas roturas indirectas generalmente solo ocurren en las costillas que se han debilitado por una afección como la osteoporosis.
A medida que los músculos respiratorios presionan contra las costillas, uno de los síntomas más frecuentes de una costilla rota es la respiración superficial o dolorosa. Generalmente, el sitio de la rotura también es sensible al tacto. Si las costillas fragmentadas han dañado una parte del cuerpo cercana, también pueden presentarse síntomas adicionales, como dolor en el pecho.
Aquellos que sospechen una costilla rota deben consultar a un médico de inmediato. Normalmente, las pruebas de diagnóstico por imágenes, como las radiografías o la tomografía computarizada (TC), se utilizan para identificar una rotura en el área de las costillas. Si un médico ha identificado una rotura, generalmente determinará si representa un riesgo para otras partes del cuerpo. Si bien las costillas que simplemente se han roto no suelen presentar riesgos graves, las que se han roto en dos o más pedazos pueden perforar un órgano cercano y causar daños importantes. Por lo tanto, aquellos con una rotura grave pueden ser ingresados en el hospital para observación.
Debido a su ubicación dentro del torso, una costilla rota no se puede colocar de la misma manera que muchos huesos rotos. Sin embargo, una fractura de costilla generalmente se curará por sí sola en aproximadamente seis semanas. Durante ese tiempo, puede ser necesario controlar el dolor en las costillas con medicamentos de venta libre o recetados. El uso de analgésicos hace que el movimiento, el sueño y otras actividades diarias sean más cómodos. Además, ayuda a facilitar la respiración normal, que es esencial para la prevención de afecciones relacionadas con la respiración como la neumonía y el colapso pulmonar.