¿Qué es el TEPT complejo?

Las personas diagnosticadas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) generalmente han experimentado un evento traumático de corta duración, como un accidente automovilístico. Los profesionales de la salud mental han comenzado a asignar un diagnóstico de PTSD complejo a aquellos que han experimentado eventos traumáticos repetidos o crónicos. La violencia doméstica a largo plazo, el abuso sexual o físico o estar en cautiverio son todas experiencias traumáticas asociadas con el PTSD complejo. Los síntomas de este tipo de trastorno de estrés postraumático incluyen dificultad para manejar las emociones, cambios en la conciencia y las relaciones personales, y una visión distorsionada de uno mismo y del perpetrador.

El trastorno de estrés postraumático clásico se asocia con experimentar o presenciar un evento que causa una reacción de horror, impotencia o miedo intenso. Los eventos asociados con el PTSD complejo duran mucho tiempo y generalmente involucran cautiverio emocional o físico. La víctima cautiva depende y está bajo el control de otra persona y no puede escapar de la situación.

Los síntomas de este tipo de trastorno de estrés postraumático incluyen la pérdida de cualquier sentido de seguridad, autoestima y confianza. Aquellos con esta forma de PTSD también pueden mostrar una tendencia a ser victimizados repetidamente. Es la pérdida de un sentido de sí mismo o una visión distorsionada de uno mismo caracterizada por la vergüenza, la culpa y el desapego lo que distingue el PTSD complejo del clásico. Este síntoma de trastorno de estrés postraumático complejo puede dificultar que los pacientes respondan a la angustia rutinaria de los bebés, por ejemplo.

Una persona con trastorno de estrés postraumático complejo también puede adoptar una visión distorsionada del perpetrador. Puede haber una sensación de total impotencia y falta de poder incluso después de que el perpetrador haya sido encarcelado o castigado. La relación con el agresor también puede convertirse en una obsesión.

Regular las respuestas emocionales se convierte en una tarea difícil para las personas con esta forma de TEPT. La depresión y las tendencias suicidas suelen ir acompañadas de arrebatos de rabia. También pueden manifestarse recuerdos reprimidos, flashbacks y disociación.

Los síntomas del trastorno de estrés postraumático complejo dificultarán que una persona cultive relaciones saludables con los demás. La tendencia a aislarse puede limitar el desarrollo de las relaciones personales. La desconfianza generalizada de otras personas presenta otro obstáculo para quienes padecen este tipo de trastorno de estrés postraumático.

Los tratamientos para el trastorno de estrés postraumático clásico se consideran igualmente eficaces para el trastorno de estrés postraumático complejo, aunque el proceso de recuperación de esta última afección puede prolongarse. A menudo se recetan antidepresivos y ansiolíticos junto con prazosina, un fármaco que ayuda a suprimir las pesadillas. La psicoterapia también puede ser una forma eficaz de identificar y corregir conductas autodestructivas y patrones de pensamiento.
Cualquier persona que haya presenciado o experimentado un evento traumático a corto o largo plazo debe considerar buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Si no se trata, el PTSD complejo puede volverse debilitante. Muchos pacientes corren un mayor riesgo de automedicarse al abusar de sustancias o autolesionarse deliberadamente.