También conocida como enfermedad de Fonseca, feosporotricosis y enfermedad de Pedroso, la enfermedad de la piel conocida como cromoblastomicosis es una infección fúngica crónica capaz de afectar tanto las áreas visibles del cuerpo como los tejidos subcutáneos. Inicialmente, la enfermedad tiende a desarrollarse cerca del sitio de una herida o cerca de otro tipo de trauma en las extremidades inferiores. La afección se caracteriza por su capacidad para provocar el crecimiento de nódulos que se asemejan a grandes verrugas, papilomas y lesiones ulceradas que eventualmente pueden extenderse e intensificarse. La cromoblastomicosis casi nunca es mortal, pero a menudo resulta bastante obstinada frente al tratamiento y puede requerir una intervención quirúrgica y farmacológica significativa.
Los síntomas de la cromoblastomicosis incluyen la presentación inicial y la posterior diseminación de crecimientos que pueden parecerse a la coliflor en apariencia. Las manifestaciones de la dolencia pueden tomar primero la forma de lesiones rojizas más pequeñas que eventualmente progresan hasta volverse mucho más notorias por naturaleza. A menudo pasan muchos años entre el traumatismo cutáneo inicial y la aparición de infecciones más graves, y es frecuente que el paciente olvide la lesión desencadenante debido a su relativa insignificancia en el momento de su aparición. Una vez que la afección se vuelve evidente, es posible que se desarrollen complicaciones importantes, lo que resulta en la necesidad de una atención médica más agresiva.
Los casos avanzados de cromoblastomicosis presentan la posibilidad de complicaciones relativamente graves. En la mayoría de los casos, este tipo de infección no progresa más allá del área del traumatismo cutáneo inicial. Pueden surgir presentaciones más difíciles de esta dolencia cuando la infección por hongos se propaga a los sistemas sanguíneo y linfático del paciente, lo que resulta en una gran hinchazón de las extremidades y posibles infecciones secundarias. La elefantitis y la necrosis son complicaciones adicionales que se observan en casos más avanzados de cromoblastomicosis y requerirán modos de tratamiento adicionales. En raras ocasiones, las lesiones causadas por este tipo de infección han mutado a carcinoma de células escamosas, una forma maligna de cáncer de piel.
Los tratamientos farmacológicos típicos para la cromoblastomicosis incluyen la administración de azoles antifúngicos, a menudo junto con flucitosina. En los casos en los que se haya producido una infección bacteriana secundaria, se prescribirán antibióticos. Las intervenciones quirúrgicas para esta afección incluyen la escisión dirigida de lesiones cutáneas y técnicas de criocirugía que emplean nitrógeno líquido frío para destruir los tejidos afectados. Con el tratamiento apropiado, los pacientes con cromoblastomicosis disfrutan de un pronóstico positivo, particularmente en los casos caracterizados por infecciones más pequeñas y confinadas. Incluso en casos avanzados en los que se han producido cicatrices físicas notables, la afección casi siempre es manejable y los casos de muerte o incapacidad como resultado de la infección son extraordinariamente raros.