La celulitis ocular, también conocida como celulitis ocular, se relaciona con la irritación e infección del tejido que rodea el ojo. La celulitis comienza en un área de piel lesionada donde las bacterias pueden ingresar al ojo y causar inflamación. Existen dos tipos de celulitis ocular: periorbitaria y orbitaria. Tanto la celulitis periorbitaria como la orbitaria suelen comenzar con hinchazón o inflamación en un ojo y pueden extenderse al otro ojo. La celulitis ocular a menudo se trata fácilmente. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía.
La celulitis periorbitaria representa casi el 90 por ciento de los casos de celulitis ocular y es común en niños menores de 5 años. También conocida como celulitis preseptal, la celulitis perioribitaria afecta el tejido blando alrededor del ojo. Este tipo de celulitis es el resultado de bacterias que cubren el área externa del ojo o de una infección de los senos nasales. La celulitis periorbitaria generalmente no avanza a celulitis orbitaria porque el tabique protege la cuenca del ojo.
Más grave que la celulitis periorbitaria, la celulitis orbitaria ocurre en aproximadamente el 10 por ciento de los casos de celulitis ocular. La celulitis orbitaria a menudo afecta a los niños pequeños, que pueden ser vulnerables a las infecciones. En casos graves, la afección puede degenerar rápidamente y, si no se trata, puede provocar ceguera o incluso la muerte.
Por lo general, la celulitis ocular es causada por las bacterias Staphulococcus aureus, Streptococcus pyogene o Haemophilus influenzae. Las bacterias entran en los ojos a través de un trauma directo, como picaduras de insectos o rasguños, o pueden propagarse desde otras áreas, como las cavidades nasales. Los síntomas de la celulitis ocular incluyen hinchazón y enrojecimiento de los párpados superior e inferior, malestar, fiebre y disminución de la visión. Otros síntomas pueden incluir ojos saltones o dolor al realizar movimientos oculares.
El diagnóstico de celulitis ocular se realiza consultando a un médico. Las pruebas comunes incluyen un hemocultivo completo, un hemograma completo y un cultivo de garganta. Otras formas de diagnosticar la afección incluyen una radiografía de los senos nasales y el área adyacente, y una tomografía computarizada o TAC, que puede proporcionar una imagen detallada de la gravedad de la infección.
Para tratar la celulitis periorbitaria, generalmente se recetarán antibióticos orales. Para la celulitis orbitaria, es posible que se requiera hospitalización. En el hospital, los antibióticos se administran por vía intravenosa y el paciente es monitoreado de cerca. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para drenar los senos nasales y reducir la hinchazón del ojo, o si una persona no responde a los antibióticos. Si una persona sufre de dolor en los ojos y tiene los párpados inferiores rojos e hinchados, se recomienda consultar a un médico antes de que surjan problemas de salud a largo plazo.