¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía también se conoce como hipermetropía. Cuando las personas son hipermétropes no tienen dificultad para ver objetos que están a distancia. Sin embargo, cuando vuelven sus ojos a cosas que están cerca, pueden tener problemas para verlas con claridad, lo que puede resultar en entrecerrar los ojos y también dolores de cabeza si las personas deben trabajar de cerca con regularidad. La hipermetropía es similar a la presbicia, lo que también dificulta el trabajo cercano, pero su causa es muy diferente.

Esencialmente, la hipermetropía está relacionada con la longitud del globo ocular. En algunas personas, el globo ocular puede ser más corto que el promedio, y esto puede cambiar la forma en que el ojo percibe la luz y cómo «ve» los objetos de cerca. Algunas personas tienen este problema cuando son niños y nacen con un ojo más corto de lo normal, y algunas de ellas pueden superar el problema a medida que envejecen. Otros seguirán teniendo problemas con la hipermetropía y pueden requerir una serie de correcciones para ver con mayor claridad y minimizar los problemas de visión.

Los tratamientos comunes para esta afección incluyen el uso de anteojos correctivos o lentes de contacto. Básicamente, estos proporcionan un método para desviar la luz que los ojos no pueden proporcionar por sí mismos. Muchas personas están muy contentas con este tratamiento y, por lo general, es el más asequible.

En la actualidad, existen varias afecciones oculares que pueden corregirse quirúrgicamente. Para aquellos que tienen problemas con anteojos o lentes de contacto, algunas técnicas quirúrgicas pueden representar la solución ideal para la hipermetropía. Se pueden realizar varias cirugías diferentes según la recomendación del médico y la preferencia del paciente.

Una de las técnicas quirúrgicas más comunes que se utilizan para corregir la hipermetropía es la cirugía LASIK®, que ha demostrado un gran éxito en la manipulación de los ojos para que desvíen la luz de forma adecuada y faciliten el trabajo de cerca. Hay otras dos técnicas más nuevas que un médico podría sugerir en su lugar. Estos son implantes de lentes intraoculares fáquicos y queratoplastia conductiva.

Las lentes intraoculares fáquicas podrían describirse mejor como lentes permanentes que se implantan en los ojos y ayudan a corregir la visión. Este método para corregir la hipermetropía podría recomendarse si las personas también tienen otras dificultades de visión que requieren correcciones simultáneas. La queratoplastia conductiva generalmente solo se prefiere en personas mayores de 40 años porque cambia permanentemente la forma de la córnea para manipularla para que doble la luz correctamente.
Las técnicas quirúrgicas pueden tener la ventaja de evitar el problema de las gafas. Sin embargo, es posible que no sean los preferidos para las personas más jóvenes que aún están en crecimiento, ya que algunos podrían salir de la hipermetropía. Si esta condición está presente, es mejor discutir las opciones con un médico calificado para ver qué método de corrección es el más apropiado.