Un filtro de respirador es un instrumento diseñado para eliminar sustancias potencialmente dañinas o tóxicas del aire. El propósito principal de cualquier filtro de respirador es limpiar el aire contaminado eliminando una cantidad de esos contaminantes a través de una barrera intermedia y luego suministrar ese aire directamente a una persona. Los filtros de respirador se construyen comúnmente con materiales fibrosos que van desde papel hasta espuma y lana para capturar partículas grandes. En diseños más avanzados, un filtro de respirador incluye un material absorbente para eliminar partículas más pequeñas, compuestos orgánicos y gases. Estos filtros se utilizan en aplicaciones en las que la calidad del aire es importante, especialmente en procedimientos médicos, reparación y construcción de automóviles.
Los filtros de respirador son parte de un proceso mecánico y / o químico para mejorar la calidad del aire. Los filtros de respiradores mecánicos retienen el material particulado cuando el aire contaminado pasa a través de medios filtrantes como papel, espuma o fibra de vidrio tejida. Los filtros químicos pueden usar compuestos reactivos, resinas, ceras o carbón, o una combinación de estos materiales. Los filtros vienen en una amplia gama de formas y tamaños para adaptarse a las distintas marcas y modelos de unidades de respiración. La mayoría de los filtros son típicamente para un solo uso y comúnmente son desechables y reemplazables.
Dependiendo del tipo, los filtros de respirador mecánicos y químicos eliminan las partículas y otros peligros del aire de una de varias maneras. Las partículas pueden interceptarse al entrar en contacto con el material del filtro y adherirse al medio. Es posible que las partículas grandes no puedan eludir los contornos del material y se incrusten en el material. El filtro puede formar enlaces químicos o electrostáticos con las partículas entrantes, haciéndolas químicamente inertes u obstruyendo su camino. Las propias partículas pueden convertirse en una barrera para una mayor entrada después de la filtración inicial.
Los filtros de respirador son más eficientes para eliminar sustancias a presiones de aire reducidas, por lo que algunos filtros están diseñados con formas, densidades y grosores para proporcionar un área de superficie más grande y controlar el flujo de aire entrante a través del medio. La vida útil de un filtro de respirador depende de varios factores, como la densidad del material, el área de superficie disponible en el filtro, la cantidad de partículas o vapores en la atmósfera circundante, la humedad y la frecuencia respiratoria de la persona que utiliza el filtro. Si bien todo lo mencionado anteriormente contribuye a la vida útil limitada de un filtro, cuando un filtro se satura demasiado con partículas entrantes u otras obstrucciones y el flujo de aire disminuye o se restringe, debe reemplazarse.
Es importante saber que los filtros de los respiradores deben adaptarse a la tarea de filtración adecuada. Algunos filtros están diseñados solo para eliminar partículas grandes como el polvo, mientras que otros están diseñados para partículas mucho más finas como el amianto. Otros son más adecuados para su uso que implica procedimientos médicos o aplicaciones industriales que implican vapores y gases. La literatura sobre procedimientos y seguridad generalmente se suministra con un filtro en particular para notificar al usuario sobre su uso adecuado.