La esquizofrenia aguda ocurre cuando una persona previamente sana muestra síntomas de esquizofrenia y un comportamiento cada vez más inusual durante un período de tiempo relativamente corto, a veces solo unas pocas semanas. La esquizofrenia es una enfermedad cerebral grave e incapacitante que hace que las personas con la enfermedad tengan dificultades para determinar la diferencia entre eventos reales e imaginarios. Pueden escuchar voces que no existen, experimentar alucinaciones y volverse extremadamente paranoicos, pensando genuinamente que otros están conspirando contra ellos. Muchos pacientes con esquizofrenia tienen pensamientos suicidas. Estas experiencias graves pueden hacer que los pacientes de esquizofrenia tengan miedo de otras personas y de salir en público, y pueden hacer que las relaciones interpersonales sean muy difíciles de mantener.
Generalmente, los pacientes pueden llevar una vida normal entre ataques de esquizofrenia aguda, que pueden manifestarse varias veces durante la vida de una persona. Las estadísticas muestran que el 25 por ciento de las personas diagnosticadas con esquizofrenia tendrán solo un episodio esquizofrénico agudo en su vida y no experimentarán más problemas. Otro 25 por ciento desarrollará la forma crónica de esquizofrenia, sin períodos de remisión. La mitad restante también desarrollará esquizofrenia crónica, pero tendrá períodos de remisión, durante los cuales la enfermedad está en recaída.
Además de la esquizofrenia crónica y aguda, existen cinco tipos de enfermedad: esquizofrenia paranoide, esquizofrenia catatónica, esquizofrenia residual, esquizofrenia desorganizada o hebefrénica y un trastorno indiferenciado. Los síntomas de la esquizofrenia crónica y aguda se desarrollan más temprano en los hombres al final, a menudo en la adolescencia o principios de los 20 años. La aparición de los síntomas en las mujeres se produce cuando tienen entre 20 y 30 años. En casos raros, la esquizofrenia puede ocurrir en niños. Los síntomas comunes de todos los tipos de la enfermedad incluyen alucinaciones, delirios auditivos, trastornos del pensamiento, trastornos que afectan el movimiento, falta de expresión, aislamiento social y otros déficits cognitivos.
No existe una cura conocida para la esquizofrenia, pero los medicamentos antipsicóticos mejoran en gran medida los síntomas y pueden ayudar a prevenir las recaídas. La terapia psicológica también podría reducir las tasas de recaída y ayudar a los pacientes a funcionar. El pronóstico para encontrar una cura y más opciones de tratamiento para la esquizofrenia depende de la investigación continua sobre sus causas, prevención y resultados del tratamiento. Se ha informado de avances y se ha logrado una mayor comprensión de los síntomas y el tratamiento de la esquizofrenia.