¿Cuáles son los síntomas más comunes de un espolón óseo espinal?

Uno de los síntomas más comunes de un espolón espinal es el dolor que se presenta en varias partes del cuerpo. Otros síntomas incluyen mareos, espasmos musculares y hormigueo en manos y pies. Entumecimiento, debilidad y dificultad para respirar o tragar también pueden ser síntomas. Estos síntomas pueden ser de naturaleza debilitante, pero existen opciones de tratamiento disponibles para tratarlos. Los médicos pueden usar métodos como cirugía, fisioterapia y medicamentos para ayudar a aliviar el malestar asociado con un espolón espinal.

Los espolones óseos espinales pueden existir sin causar ningún síntoma. Cuando causan problemas, el dolor suele ser un síntoma común. El dolor puede presentarse de varias formas y puede atacar varios lugares del cuerpo, dependiendo de dónde se encuentre el espolón. Por ejemplo, puede haber dolor de hombro y dolores de cabeza si el espolón óseo espinal se encuentra en la región cervical o del cuello. El dolor en la parte inferior y el muslo puede ocurrir si el espolón está ubicado en la región lumbar o lumbar.

Dependiendo de la causa, una persona puede experimentar diferentes tipos de dolor asociados con los espolones óseos espinales. A medida que el hueso se agranda, el canal espinal podría estrecharse y comenzar a comprimir el nervio, causando dolor. El dolor también puede deberse a la inflamación de las articulaciones y la irritación de los músculos de la espalda. Por ejemplo, algunos pueden experimentar un dolor irradiado y otros un dolor sordo en varias partes del cuerpo debido a la inflamación de las articulaciones o la irritación de los músculos. Una persona también puede experimentar dolor que se irradia a los brazos o piernas debido a un nervio pinzado.

Los nervios comprimidos causados ​​por un espolón óseo espinal pueden inducir debilidad que empeora con el tiempo, así como entumecimiento. Además, también pueden ocurrir problemas intestinales y de vejiga. Los espolones óseos espinales también pueden afectar otras estructuras. Por ejemplo, una persona puede tener problemas para respirar o tragar como resultado de un espolón que ejerce presión sobre el esófago o las vías respiratorias. Si el espolón ejerce presión sobre un vaso sanguíneo que va al cerebro, la persona puede experimentar episodios de mareo y tener problemas para concentrarse.

Hay tratamientos disponibles para ayudar a una persona a lidiar con los síntomas de un espolón óseo espinal, incluidos medicamentos antiinflamatorios, relajantes musculares o inyecciones epidurales. En algunos casos, un médico puede recomendar reposo y fisioterapia para aliviar los síntomas de un espolón espinal. En casos más graves, un médico puede extirpar quirúrgicamente los espolones.