¿Qué es un infarto de miocardio?

Un infarto de miocardio es un ataque cardíaco. Los ataques cardíacos ocurren cuando una arteria coronaria se bloquea. Los síntomas de un infarto de miocardio incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar y una serie de otros signos físicos. Buscar tratamiento inmediato puede mejorar las posibilidades de supervivencia.
La interrupción del suministro de sangre al corazón provoca un infarto de miocardio. Hay varias razones por las que esto puede ocurrir. La aterosclerosis, un estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de placa, es una posibilidad. Otras posibilidades incluyen la presencia de un coágulo de sangre o un espasmo de una arteria coronaria. Los espasmos se observan a menudo con el uso de drogas, como la cocaína, y son una causa poco común de ataques cardíacos.

Hay muchos síntomas posibles de infarto de miocardio. El dolor opresivo en el pecho, el dolor que se extiende al hombro o la mandíbula y la dificultad para respirar son solo algunos. Otros síntomas incluyen náuseas, sudoración y sensación de muerte inminente.
Las mujeres pueden experimentar síntomas adicionales. Esto puede incluir dolor abdominal, piel húmeda y húmeda y mareos. Además, las mujeres pueden notar una fatiga repentina o inusual.

Varios factores de riesgo pueden aumentar el riesgo de una persona de sufrir un infarto de miocardio. Los hombres mayores de 45 años y las mujeres mayores de 55 años tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Aquellos con antecedentes familiares de ataques cardíacos también tienen un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio.

Las elecciones de estilo de vida también contribuyen a la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco. Fumar puede dañar las arterias que van al corazón y aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos. La obesidad, la falta de actividad física y los altos niveles de estrés también aumentan el riesgo de que una persona sufra un ataque cardíaco. Otros factores de riesgo incluyen diabetes, presión arterial alta y niveles altos de colesterol.

Alguien que está experimentando síntomas de un ataque cardíaco necesita atención médica inmediata. Llame para obtener ayuda de emergencia. La reanimación cardiopulmonar (RCP), cuando la administra un profesional capacitado o un transeúnte siguiendo las instrucciones del personal de emergencia, puede ayudar a que el oxígeno fluya hacia el cuerpo y el cerebro mientras se espera la ayuda de emergencia.

Según la gravedad del ataque cardíaco, el tratamiento puede variar. Un médico puede recetar medicamentos como aspirina, anticoagulantes, nitroglicerina y analgésicos para ayudar a controlar los síntomas y prevenir daños mayores. En casos severos, se puede realizar una cirugía como una angioplastia o una cirugía de derivación para abrir o hacer un bypass de las arterias bloqueadas.

Los ajustes adecuados en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir o reducir las posibilidades de infarto de miocardio. Esto incluye seguir una dieta saludable y participar en un régimen de ejercicio regular. Reducir el estrés y no fumar son algunos de los otros cambios recomendados para ayudar a prevenir que ocurra o vuelva a ocurrir un ataque cardíaco.