Una marcha antálgica es un cambio en la marcha de una persona asociado con un esfuerzo por evitar el dolor acortando la marcha del lado lesionado. Esta anomalía en la marcha puede ocurrir en personas con una variedad de lesiones, y es posible que las personas no se den cuenta de que están experimentando cambios en la marcha, ya que el inicio suele ser sutil. El tratamiento requiere determinar dónde se encuentra el dolor y abordarlo. Los pacientes también pueden recibir herramientas como bastones y andadores para distribuir su peso y reducir el dolor al caminar.
En una marcha antálgica, las personas se muestran reacias a poner demasiado peso en el lado lesionado del cuerpo. Acortan la marcha en ese lado para limitar la presión. Con el tiempo, esto puede causar un aumento del dolor, ya que la desviación de la marcha normal a menudo lesiona el tobillo, la rodilla y la cadera. Esto puede hacer que la marcha sea más notoria, ya que el cuerpo puede torcerse en casos extremos a medida que la marcha del paciente se ajusta para reducir la cantidad de dolor experimentado.
Las personas que desarrollan una marcha antálgica pueden notar síntomas como rigidez en el lado afectado del cuerpo, junto con un desgaste anormal de los zapatos. Las personas que rodean al paciente suelen comentar el cambio en la marcha, ya que el paciente desarrollará una cojera. El dolor subyacente que conduce al cambio en la marcha también puede ser notable y puede aumentar a medida que el cuerpo del paciente está sometido a estrés.
El análisis de la marcha realizado por alguien familiarizado con el rango normal de la marcha humana puede identificar una marcha antálgica. Se puede usar un examen físico para buscar la lesión inicial que causó que el paciente comenzara a cojear. Los medicamentos para el control del dolor, la fisioterapia y la cirugía pueden ser opciones de tratamiento, según la naturaleza de la lesión. El paciente también puede necesitar fisioterapia y entrenamiento para caminar para aprender a caminar con mayor comodidad. Si se necesita una ayuda para la movilidad como un bastón, el paciente puede recibir capacitación sobre cómo usarlo de manera adecuada y segura.
Es importante recibir tratamiento en las primeras fases de las lesiones que hacen que las personas sientan molestias al caminar. Los cambios desadaptativos en la marcha, como una marcha antálgica, pueden exacerbar la lesión original, además de provocar otros problemas, ya que ejercen presión sobre la columna y las articulaciones al empujarlas a moverse de una manera para la que no han evolucionado. Cuanto más esperen los pacientes el tratamiento, más prolongada será la recuperación y mayor será el riesgo de complicaciones permanentes.