¿Qué es la alcalosis hipoclorémica?

La alcalosis hipoclorémica es una afección médica en la que el cuerpo del paciente tiene niveles anormalmente bajos de cloruro. Esta condición generalmente resulta de una pérdida extremadamente alta de cloruro, en lugar de una baja ingesta. Los pacientes que puedan tener riesgo de alcalosis hipoclorémica deben controlarse por sí mismos para detectar las señales de advertencia y buscar atención médica de inmediato cuando sea necesario.

El cloruro es un tipo de electrolito que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Este electrolito juega un papel clave en el mantenimiento de la presión arterial, el volumen sanguíneo y el pH de los líquidos del cuerpo. También actúa para regular la cantidad de líquido en las células del cuerpo.

Existen diferentes tipos de alcalosis, como alcalosis respiratoria y alcalosis metabólica. Esta condición general indica que los fluidos corporales tienen demasiada base o álcali, en lugar de ser demasiado ácidos. Normalmente, los riñones y los pulmones regulan estos químicos. Un paciente con alcalosis hipoclorémica puede tener una condición médica subyacente.

Algunas personas desarrollan este tipo de alcalosis debido a los vómitos persistentes, que provocan una pérdida extrema de líquidos. Los niños hospitalizados que reciben tratamiento con diuréticos también pueden desarrollar alcalosis hipoclorémica. El reflujo gastroesofágico, que se refiere al flujo ascendente del contenido del estómago hacia el esófago, también puede ser la causa subyacente. Los niños que presentan vómitos frecuentes y fuertes pueden tener una afección llamada estenosis pilórica, que puede causar una pérdida excesiva de cloruro del cuerpo.

Los pacientes que tienen alcalosis hipoclorémica pueden notar que sus músculos se contraen o que tienen espasmos musculares persistentes. También pueden experimentar temblores en las manos y entumecimiento en las extremidades y la región facial. Otros síntomas pueden incluir mareos, náuseas y vómitos. La confusión también es un síntoma común y, finalmente, los pacientes pueden caer en un estado de estupor o coma.

Se pueden desarrollar complicaciones como daño cerebral si los pacientes no reciben tratamiento de inmediato. Aquellos que presenten síntomas de alcalosis hipoclorémica probablemente serán examinados en busca de signos de deshidratación. Por lo general, el médico tomará muestras de sangre y orina para analizar antes de comenzar el tratamiento.
Generalmente, aquellos con alcalosis hipoclorémica crónica, en lugar de aguda, serán tratados más lentamente, o en el transcurso de aproximadamente 24 horas. Se administrará una solución isotónica de cloruro de sodio y se utilizarán líquidos intravenosos para corregir la deshidratación del paciente. Durante las siguientes 72 horas, el médico administrará dosis de mantenimiento de líquidos y electrolitos. Cuando el estado del paciente se ha corregido suficientemente, se le pueden recetar dosis de mantenimiento posteriores de sales de potasio y cloruro.