¿Cuáles son los efectos del estrógeno?

El estrógeno es un grupo de hormonas que son esenciales para los sistemas reproductivo y sexual de las mujeres. Estas hormonas, sin embargo, tienen otros efectos positivos, como ayudar al cuerpo a retener líquidos y sales, y ayudar a prevenir ciertas enfermedades. Los efectos negativos del estrógeno pueden ocurrir cuando el cuerpo contiene demasiado o muy poco. Ejemplos de estos incluyen aumento de peso, mayores posibilidades de enfermedad cardíaca y mayores posibilidades de cáncer de mama.

Una mujer necesita estrógenos para un desarrollo sexual normal. Estas hormonas permiten que crezcan los senos y los ovarios. Son los responsables del correcto desarrollo de la vagina y de su lubricación. El estrógeno también afecta la libido de una mujer.

Los efectos reproductivos del estrógeno incluyen la preparación de los senos para la lactancia. Si una mujer no tuviera estrógeno, no solo sus senos no se desarrollarían adecuadamente, sino que tampoco desarrollarían las glándulas que le permiten producir leche. Sin el estrógeno, el sistema reproductivo de una mujer no se desarrollaría de una manera que le permita quedar embarazada y tener un hijo con éxito.

El estrógeno no solo es imprescindible para la salud sexual y reproductiva, sino que también es esencial para las funciones cerebrales. Las hormonas son responsables del crecimiento y la reparación neural. Están conectados a la concentración adecuada de sustancias químicas como la serotonina y la dopamina. Además, el estrógeno ayuda a garantizar que el cerebro reciba el suministro de sangre adecuado.

Los efectos del estrógeno pueden volverse negativos cuando el cuerpo de una mujer no produce suficiente cantidad. Se cree que los niveles bajos de estrógeno pueden aumentar las posibilidades de que una mujer desarrolle una serie de enfermedades. Una condición común que se ha relacionado con niveles bajos de estrógeno es la osteoporosis. Esto se observa en mujeres que están en la menopausia o que la han superado. Se cree que la osteoporosis se produce porque la falta de estrógeno suficiente provoca una reducción de la masa ósea.

También se cree que las probabilidades de que una mujer desarrolle una enfermedad cardíaca aumentan cuando su cuerpo carece de cantidades suficientes de estrógeno. Esto se debe a que se ha descubierto que el estrógeno juega un papel en el control del colesterol. Los niveles bajos de hormonas parecen contribuir a un aumento de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que permite que la placa se acumule en las arterias.

Los efectos del estrógeno también pueden volverse negativos cuando hay demasiadas hormonas en el cuerpo. Se cree que esta situación aumenta en gran medida las posibilidades de una mujer de padecer cáncer de endometrio y cáncer de mama. Además, una mujer puede sufrir sangrado menstrual abundante, migrañas y depresión. Si la situación no se corrige, también existe la posibilidad de que una mujer se vuelva infértil.